Dirigentes de las diferentes entidades gremiales indicaron que analizarán esta semana las posibilidades de un paro o una marcha conjunta. Estiman que la protesta podría desarrollarse durante la primera semana del mes de junio.
El secretario General de la Central de Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTAA), Pablo Micheli, consideró que el veto presidencial a la ley antidespidos aprobada por el Congreso es “un cachetazo a los trabajadores” y aseguró que luego de la movilización sindical del 1 de mayo pasado “no se puede hablar de otra medida que no sea un paro nacional” en rechazo a la posición oficial.
“Creo que la respuesta debe ser contundente”, afirmó Micheli en diálogo con Radio del Plata.
“Debería ser en los primeros 10 días de junio, eso es lo que quedamos en debatir con las organizaciones propias”, detalló y afirmó en el curso de esta semana “tiene que ser fijada la fecha del paro”.
Sin embargo, el dirigente estatal afirmó que la principal voluntad “es cuidar la unidad de las cinco centrales”, por lo que, “si no sale un paro y sale un marcha, lo veremos”.
En la misma línea se pronunció el secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), Hugo Yasky, quien confirmó al canal C5N un paro general para la primera semana del mes de junio.
Por su parte, el secretario de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) y dirigente de la CGT Azopardo, Juan Carlos Schmid, aseguró que no descarta ir a la huelga, tras el veto presidencial del proyecto de emergencia ocupacional que prohibía despidos por seis meses en todo el territorio nacional y exigía doble indemnización para los trabajadores que resultaran cesanteados.
“El paro nunca se descarta. Hay que reunirse y discutir”, dijo Schmid, según publicó el diario Página 12. Además, el dirigente sostuvo que “el sector que más ha sido golpeado, el de los estatales, tendrá sus razones para proponer una medida”.
El sindicalista también destacó que el veto presidencial a la ley antiempleos “indudablemente acentúa el malestar” y añadió que “agrega una cuota de malestar a la situación que dio origen a la sanción de la ley en el Congreso. Sobre todo porque hay un problema grave: una tendencia a la caída del empleo combinada con la inflación”.
Veto
Por su parte, el presidente Mauricio Macri publicó ayer una carta a los lectores en el diario La Capital de Rosario, en la que defiende su posición frente a la ley antidespidos (http://www.lacapital.com.ar/estamos-obsesionados-generar-trabajo-aseguro-macri-una-carta-exclusiva-la-capital-n793425).
“Hay quienes creen que el Estado debe someter a la gente y que hay que promulgar leyes que más que crear empleo lo congelan, deteniendo todo impulso a aumentarlo”, manifestó el mandatario. “La ley que aprobaron, que algunos llaman antidespidos y yo llamo antiempleo, va en contra de este progreso. Es una ley que no ayuda a nadie, ni a los trabajadores ni a quienes están desempleados, porque espanta la posibilidad de crear trabajo””, aseguró el Presidente.
Comisión Episcopal de la Pastoral
Lozano: “Son señales de alerta que no se pueden desoír”
La Iglesia Católica manifestó este fin de semana su preocupación por los “miles de trabajadores” que se encuentran “sin acceso a sus derechos sociales” y sostuvo que “son señales de alerta que no se pueden desoír”.
En el mensaje final de la Semana Social, pronunciado por Jorge Lozano, presidente de la Comisión Episcopal de la Pastoral (Cepas), la Iglesia se refirió a las “situaciones de precarización laboral en que están inmersos buena parte de los trabajadores, que no tienen acceso a sus derechos sociales ni protección del Estado.
En la misa de cierre del encuentro, Lozano -obispo de Gualeguaychú- formuló este mensaje en momentos en que las centrales obreras analizan la realización de una movilización y de un paro nacional por la situación del empleo.
Lozano también expresó la preocupación “por los rostros concretos de quienes viven en la miseria y no cubren sus necesidades más elementales”.
“Particularmente, tuvimos en cuenta la necesidad urgente de una adecuada nutrición infantil” y “las urgentes preocupaciones por el cuidado del ambiente, la corrupción, el narcotráfico, la adicción a los juegos de azar, como amenazas serias al desarrollo integral y la promoción humana”, aseveró el sacerdote.