En el mes que cerró, los comercios percibieron la incidencia de la caída del poder adquisitivo y el aumento de precios en los servicios públicos. La llegada del frío permitió a algunos rubros compensar el retroceso en la comercialización.
Las cantidades vendidas por los comercios minoristas cayeron 6,6% en abril frente al mismo mes del año pasado, indicó ayer la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
Con ese resultado, las ventas minoristas registraron en el primer cuatrimestre del año una caída de 4,8% frente al mismo período del año pasado.
La entidad consideró que el mercado de consumo se mantuvo paralizado, mientras subrayó que “la caída en el poder adquisitivo se sintió con más fuerza que nunca en el cuarto mes del año, en el cual los incrementos habituales en los bienes y servicios se le sumaron las subas de tarifas”.
La confederación resaltó, además, la influencia de “numerosos despidos en los sectores públicos y privados, que impactaron tanto sobre las posibilidades de gastos como sobre el ánimo para consumir de las familias”.
“Nada pudieron hacer los comercios frente a un público que desapareció de las vidrieras”, evaluó el sondeo, aunque aclaró que “el temporal de lluvias y la llegada del frío movió por momentos algunos rubros como indumentaria, calzado, textil-blanco y algo de electrodomésticos, pero sin posibilidad alguna de compensar la caída, ya que la tendencia fue muy marcada”.
En ese escenario, todos los rubros que componen la oferta minorista cayeron en el mes.
Las bajas más fuertes se sintieron en electrodomésticos y artículos Electrónicos, con 12,3%; Ferreterías, con 9,4%; materiales para la construcción, con 8,7%; Golosinas, con 8,6%; y bijouterie, con 8,3%.
Descuentos y promociones
El programa Ahora12 y los descuentos importantes que aplicaron algunos comercios, necesitados de efectivo, ayudaron a activar por momentos el mercado, especificó CAME.
Sin embargo, la entidad sostuvo que la gente “no estuvo tampoco muy predispuesta a endeudarse, ya que buscaron achicar las deudas y evitar los punitorios de intereses que son muy altos”.
“Para los empresarios consultados, es imprescindible que se activen las ventas, ya que las subas de costos en un contexto recesivo son cada vez más difíciles de sostener”, alertó el estudio.
Ingresos
Por otro lado, un informe privado difundido también ayer indicó que 44,7% de las familias consideran que no tienen los ingresos necesarios para cubrir los gastos que necesita el hogar.
En esta línea, se estimó una caída de 4,7% en el bienestar económico durante el último semestre.
Así lo informó el Índice de Bienestar Económico (IBE), perteneciente al Centro de Economía Regional y Experimental (CERX).
Los ajustes en las tarifas de transporte y energía, los mayores despidos y la aceleración de la tasa de inflación impactaron sobre el poder adquisitivo de los hogares, lo cual deterioró la percepción de bienestar, según indicaron los resultados de la encuestas
En detalle, para 34,7% de las familias, su bienestar económico se deterioró frente a un año atrás, mientras que para 57,8% de los encuestados se mantuvo igual y sólo 7,5% percibió mejoras.
En tanto, 53,3% de la población calificó su nivel de bienestar económico actual como “irregular” y otro 4% como “malo”. Para 37,2% fue “bueno”, al tiempo que para 6% fue “muy bueno”.
“La percepción de bienestar vinculada con los ingresos y el empleo fue lo que más influyó en el deterioro de bienestar económico”, sostuvo el informe.
Así, 47,2% de los trabajadores consultados declararon que la satisfacción con su empleo es entre “irregular” y “muy mala”, mientras que para 52,8% restante es “buena” o “muy buena”.
De acuerdo con el informe, una familia promedio dice necesitar $16.925 para vivir “dignamente dentro de las expectativas del hogar”, un monto que representa 23% más de lo requerido en el semestre anterior.
Para alcanzar esos niveles, las familias estiman que sus ingresos deberían mejorar 42,1%.
En ese escenario, sólo 55,3% de los hogares evaluó que obtiene los ingresos necesarios para alcanzar su nivel de vida deseado.