Denuncian que el inmueble donde funcionan los juzgados civiles y la Cámara en lo Contencioso-administrativo tiene los ascensores rotos, por lo que se suspenden audiencias. El problema se repite en los tribunales laborales. Advierten, a su vez, de que la construcción del nuevo edificio viene demorada.
Los abogados de Río Cuarto continúan el reclamo. La infraestructura de los tribunales de esa ciudad está lejos de satisfacer la necesidad de los operadores judiciales y los paliativos resultan insuficientes.
Mediante una carta documento fechada el 15 de febrero pasado, el Colegio de Abogados de Río Cuarto hizo saber al Tribunal Superior de Justicia (TSJ) que el inmueble alquilado por éste a la Municipalidad de esa ciudad tiene serios problemas estructurales que motivan, en muchas ocasiones, la suspensión de audiencias programadas.
En el edificio en cuestión funcionan dos juzgados civiles y una cámara civil en lo Contencioso-administrativo. Ocupan los últimos tres pisos de un inmueble de seis pisos que comparten con el municipio de Río Cuarto.
“Los ascensores no funcionan y no cuentan con rampa para discapacitados”, explicó a Comercio y Justicia Angel Bassino, presidente del Colegio de Abogados del sur cordobés, quien cuestiona que el TSJ, “sabiendo de las malas condiciones edilicias del lugar, no haya todavía ejecutado el contrato” para trasladar estos juzgados a otro inmueble en mejores condiciones.
Pero el problema se repite también en los dos juzgados laborales que tiene la ciudad, según agregó Bassino.
“No pasarían una inspección de higiene y seguridad”, advirtió sobre este último inmueble, que también funciona descentralizado del resto de los tribunales de Río Cuarto.
Obra en marcha
El TSJ ya comenzó con la construcción de lo que serán los tribunales de esa ciudad del sur cordobés. Se trata de una importante obra, en un predio que fue oportunamente donado por el municipio de Río Cuarto, cuya licitación se adjudicó en 2012 por un valor que, en esa época, ascendía a $93 millones.
La fecha de finalización de obra es incierta. Los letrados esperaban que el año pasado al menos una parte ya estuviera funcionando. Sin embargo, los plazos se extendieron más de lo previsto.
“Esa obra tiene al menos para un año más y mientras tanto los abogados tenemos que seguir esperando”, puntualizó Bassino a este medio.