ESCUCHARSin embargo, en el país las percepciones de oportunidades de emprender no son elevadas en comparación con otros lugares. Son pocas las personas guiadas por la oportunidad de mejora. Los hombres se atreven más que las mujeres.
Existe evidencia de que el emprendedorismo es un factor importante para el desarrollo económico y el desenvolvimiento de los países. Debido a su importancia en el mundo se ha incrementado el interés por estudiar este fenómeno. Sin embargo, la información sobre el desarrollo emprendedor no es abundante. En este contexto, el Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) de Fundación Mediterránea realizó un trabajo sobre la actividad emprendedora en Argentina, llevado a cabo por Cohen Arazi y Ana Laura Alonso, quienes presentaron algunos indicadores para abordar esta temática.
Concretamente, la actividad emprendedora temprana en Argentina, ya sea de negocios nacientes o nuevos, en 2014 presenta indicadores inferiores al promedio de sus pares latinoamericanos, según el estudio.
De la evolución de los indicadores para nuestro país se observa que la tasa de negocios nacientes (porcentaje de la población que es emprendedor naciente, activamente involucrado en la creación de un negocio del cual será propietario o copropietario, que no haya generado pago de salarios por más de tres meses), salvo en contadas ocasiones, ha sido superior a la tasa de nuevos negocios (porcentaje de la población que es dueño o manager de un negocio nuevo, que haya pagado salarios por más de tres meses pero no más de tres años y medio).
De la combinación de los dos indicadores previamente mencionados se construye la Tasa de Actividad Emprendedora (TEA). Al comparar Argentina con un conjunto de 20 países referentes (considerando principales competidores mundiales, países desarrollados y emergentes representativos), se aprecia que la actividad emprendedora es elevada, ubicándose el país entre las 20 naciones más emprendedoras, según el indicador del GEM.
Si la comparación se realiza con los países de la región latinoamericana, por otra parte, se tiene que Argentina no es de los países con mayor tasa proporción de población ocupados en la actividad emprendedora.
Oportunidades percibidas
El estudio también destaca el Índice de Oportunidades Percibidas, que computa el porcentaje de individuos de 18-64 años que no se encuentra involucrado en actividades emprendedoras pero que ve oportunidades de comenzar un negocio en el área donde vive. En Argentina se tiene que las percepciones de oportunidades de emprender no son elevadas en comparación con otros países.
La evolución del indicador de oportunidades evidencia una tendencia decreciente desde 2011 en Argentina. El valor obtenido en 2014 (32%) es el mínimo en 12 años y es inferior al registrado en promedio por los países latinoamericanos (49%). La percepción de oportunidades asumió niveles muy bajos en años recesivos como en 2001 y 2002, y manifestó una importante retracción en 2008 y 2009, años que también fueron de desaceleración y recesión respectivamente en Argentina. No obstante, en general Argentina se ha caracterizado por generar un entorno en el cual se percibían oportunidades en el pasado, al margen de la coyuntura actual, lo cual posibilita el optimismo a futuro.
Resulta fundamental para el análisis identificar si los individuos emprenden por necesidad o si lo hacen por detectar alguna oportunidad de mejora en sus ingresos. En las naciones más dinámicas, guiadas por la innovación y la generación de valor agregado, predominan los emprendedores guiados por las oportunidades de mejora (mayor nivel de ingreso o independencia), mientras que en los países de menor desarrollo predominan los emprendimientos generados por la necesidad.
En Latinoamérica, Perú es uno de los países con mayor índice motivacional (3,6); Argentina por su parte es una de las que posee menor valor, lo que implica relativamente pocos emprendedores guiados por la oportunidad de mejora, en relación con otros países. En años recientes este indicador ha mejorado levemente en Argentina.
Cuestión de género
El estudio también revela que la intervención femenina en la actividad emprendedora, cualquiera sea la región bajo análisis, es inferior a la masculina. Es en Japón donde se observa la mayor brecha de género en la actividad emprendedora.
En Argentina también se percibe este fenómeno, dado que la TEA masculina supera la femenina en 7 puntos porcentuales, en 2014. De cada 100 mujeres en edad activa tan sólo 11 emprenden, en el caso de los hombres está relación es de 18 cada 100. La relación de la actividad emprendedora masculina respecto de la femenina es de 1,59.
Facilidades para emprender
El entorno en el que se realiza la actividad emprendedora también es tenido en cuenta por el estudio. Para ello, se analizan brevemente los resultados de la publicación “Doing Business” (DB), un relevamiento realizado por el Banco Mundial que busca medir mediante diferentes indicadores la facilidad para hacer negocios. Argentina se ubica 124 de 189 países relevados.
Uno de los aspectos relevados en el DB se refiere a los obstáculos burocráticos y legales que debe superar un emprendedor para constituir e inscribir una nueva empresa. En este sentido, Argentina se encuentra en el puesto 146, tres puestos por debajo del relevamiento anterior, lejos de Chile que se encuentra entre los 60 países con menores dificultades para la apertura de empresas.
Según la encuesta, en Argentina se necesitan 25 días para realizar todos los trámites requeridos para abrir una empresa, 16 días más que el promedio necesario en países latinoamericanos.
Respecto de los procedimientos necesarios para inscribir una sociedad en Argentina, el número llega a 14. Si comparamos este proceso con el requerido en países más avanzados (OCDE), en Argentina casi se triplica el número de procedimientos.
