Si bien entrevista. Ricardo Delgado, economista y asesor de Sergio Massa, consideró que la falta de divisasv en Argentina no es un problema estructural sino producto de la aplicación de una mala política, sí cree que es un tema a resolver para que el país pueda crecer otra vez.
El Ciclo “Economía argentina: desafíos del próximo gobierno” es el espacio destinado por La Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) a la exposición de quienes acompañan a los candidatos presidenciales de 2015. El jueves pasado fue el turno de Ricardo Delgado, licenciado en economía y asesor de Sergio Massa.
Previo a su exposición, Delgado dialogó con Comercio y Justicia y se explayó sobre su análisis respecto de la coyuntura y el futuro del país después del próximo 10 de diciembre.
¿Cuáles son los desafíos del nuevo gobierno?
-Volver a crecer. Argentina no crece desde hace cuatro años. Tenemos el mismo ingreso per cápita que teníamos en diciembre de 2011 cuando la presidenta (Cristina Fernández) asume su segundo mandato. Esto forma parte de la mediocridad en la que está inmersa la política económica hoy, que no ataca los problemas de fondo. No crecemos porque tenemos inflación. La inflación nos provocó una pérdida de capacidad de generar dólares y por eso se instauró el cepo cambiario. En síntesis, poner en marcha el motor de la inversión, el de las exportaciones y el del consumo interno debería ser el norte del nuevo gobierno.
-¿Cree que el consumo no creció?
-Lo del crecimiento del consumo es parte del relato. Es difícil que crezca en medio de una inflación que el año pasado fue de 40% y este año va a ser de 25% y en donde los salarios formales, es decir, el de aquellos que pueden negociar y representan sólo 60% de los argentinos, están en una situación complicada. La inflación se ha vuelto desde 2007 una enfermedad crónica a la que el Gobierno no atacó y, en consecuencia, hoy tenemos menos dólares, menos incentivos de invertir, menos capacidad de exportar en un mundo donde -encima- se caen los mercados y los precios internacionales son más bajos.
-¿Cómo están las reservas del Banco Central?
-Tenemos un problema de falta de dólares que se ve en las reservas que están cayendo a niveles parecidos a los momentos previos a la devaluación de 2014. Además, parte de las reservas son los famosos swaps de China, que el Gobierno incluso está intentando ampliar para llegar más holgados a diciembre. Por el momento no son una bomba de tiempo, pero es muy difícil resolver los problemas económicos si Argentina no genera los incentivos para que vuelvan los dólares que se fueron. Éste creo que es el punto de fondo. Allí tenemos silos-bolsas (se estiman entre 8.000 millones y 10 mil millones de dólares que esperan alguna señal), además de los dólares que algunos argentinos sacaron del sistema. Esto ya pasó en 2002/03, cuando algunos fugaron divisas después de la convertibilidad y sin embargo, después volvieron. Esto va a volver a pasar, si el 10 de diciembre a la tarde se pone en marcha un programa económico que ataque el problema básico, que es la inflación. Hay que decirle a la gente que no se le va a devaluar el salario, que no va a haber un ajuste, que se va a bajar la inflación de manera gradual, que va a haber incentivos para aquellos que producen en Argentina. Por eso, entre otras cosas, nosotros creemos que hay que eliminar las retenciones a las economías regionales -tales como el trigo y el maíz- sólo para dar un ejemplo en dos sectores que rápidamente pueden generar divisas. Hay que decirles a las pymes que, si reinvierten, no van a pagar Ganancias durante tres años. Hay una serie de incentivos (fiscales y financieros) que el gobierno que viene va a hacer y que van a permitir que Argentina empiece a resolver el problema de la falta de dólares y las reservas del Central.
-¿Cómo se les devuelve competitividad a las empresas?
-Una parte de la falta de competitividad tiene que ver con las retenciones. Si uno baja retenciones, gana por el lado fiscal, una suerte de devaluación fiscal. Pero, además, vamos a ir hacia una unificación cambiaria, una suerte de único dólar. No se puede tener tantos tipos de dólares, que lo que generan es que el que tiene dólares no los incorpore al sistema y, el que no los tiene, salga desesperado a conseguirlos al precio que sea. Para pensar en pesos debemos resolver el tema de la inflación. Ningún argentino va a querer pesos si tenemos inflación. No es que los argentinos genéticamente pensemos en dólares sino que los dólares le permitieron al argentino defenderse de las mala políticas económicas aplicadas por los distintos gobiernos.
-¿Usted invertiría en Argentina?
-Absolutamente. Argentina tiene un tremendo potencial y retornos muy buenos en sectores estratégicos (no sólo para nosotros sino también para el resto del mundo) como los son la energía, el gas y el petróleo, aun con estos precios. Tiene un complejo agroindustrial y agroexportador muy importante. También sectores industriales, mineros y otros tantos que dan oportunidades de inversión muy interesantes. El problema de la falta de dólares en Argentina no es estructural, es de corto plazo y se debe a la aplicación de malas políticas económicas.
-¿La inflación se resuelve mediante un pacto después del 10 de diciembre?
-La inflación tiene que discutirse en el plano de las cuentas fiscales, del Banco Central, de las inversiones, de la institucionalidad (hay una cuestión de credibilidad de por medio) y todo esto en una mesa donde estén sentados empresarios, trabajadores y el Estado, coordinando un programa de 24 meses en el que haya objetivos medibles, donde la inflación paulatinamente baje y donde los acuerdos salariales se discutan dentro de una lógica macroeconómica. Yo creo que a los únicos que no se les puede seguir pidiendo esfuerzos es a los trabajadores. A ellos hay que cuidarlos porque son los que van a dinamizar el mercado y van a generar las condiciones para crecer nuevamente.