ESCUCHARLas calles de la ciudad de Córdoba de la Nueva Andalucía nos deparan nuevas sorpresas. Con un estilo diferente, Sofía Bozan “La Negra” conquistó su espacio como actriz de vodevil, teatro y cine, y también como cantante de tango.
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En su tiempo, le llamaron “El Alma del Maipo”. Otra actriz argentina afincada en España, de larga y exitosa trayectoria conquistó su espacio: Lola Membrives recorre, también, su huella.
Su contemporánea Camila Quiroga, nacida en Chajarí (Entre Ríos) con el nombre Camila Josefa Ramona Passera, casada con Quiroga, defiende también el espacio conquistado, después de ser descubierta por Armando Discépolo para emprender una larga carrera como actriz de cine y teatro.
Fue una de las fundadoras de la Asociación Argentina de Actores.
Desde el área de las ciencias son convocadas: Ana Aslam, médica rumana, pionera en geriatría y gerontología. María Montessori, italiana, creadora de una nueva propuesta educativa. Esta devota católica, humanista y militante feminista, fue educadora, pedagoga, científica, médica, psiquiatra, filósofa, antropóloga, bióloga, y psicóloga, y se ocupó de mujeres y niños.
Fue la primera mujer médica italiana.
Cecilia Griergson, -que se graduó de médica en 1889 y cuya tesis sobre Histero-Ovariotomias en Hospital de Mujeres la consultaron con suma atención múltiples generaciones de médicos-, fue la fundadora de la Escuela de Enfermeras del Círculo Médico Argentino. Miembro fundadora de la Asociación Médica Argentina, de la Sociedad Argentina de Primeros Auxilios, y de la Asociación Obstétrica Nacional. Fundó el Consejo Nacional de Mujeres y la Escuela Nacional de Enfermería.
Aunque fue la primera mujer médica argentina nunca pudo ejercer una cátedra en la Facultad de Medicina.
Marie Curie nos llega desde su Polonia natal, pasando innumerables avatares en Francia y encuentra su lugar en esta parte del mundo como María Salomea Stelodowska, luego llevaría el apellido de su esposo. Ella, con mínimas condiciones y recursos, descubrió el radio (Ra) y el polonio (Po); era física, matemática y química.
Fue la primera persona que recibió dos premios Nobel (Física y Química). Fue la primera mujer en doctorarse en Ciencias en Francia. Fue la primera mujer profesora de la Universidad de París. Es la única mujer en el Panteón de París por gestión reparadora del gobierno francés de François Mitterand, el 20 de abril de 1995 (sesenta años después de su muerte).
Concepción Arenal, esta española que ingresó como oyente -vestida de hombre- a la Facultad de Derecho de Madrid y egresó como abogada, fue escritora y activista feminista.
Fue la primera mujer premiada por la Academia de Ciencias Morales y Políticas de España.
Fue la primera mujer que recibió el título de Visitadora de Cárceles de Mujeres. Otorgó a la educación de las mujeres un papel fundamental. Su lema: “Odia el delito y compadece al delincuente”.
Vinculada con la fundación de la Córdoba de la Nueva Andalucía aparece la figura de Luisa Martel de los Ríos, la esposa del fundador, su musa y su postrer defensora. Nacida en Panamá y viuda joven se casó con Jerónimo Luis de Cabrera y lo acompañó en sus misiones de conquista, del bienestar del Cuzco llegó a esta tierra fundada en su honor por su esposo bajo la advocación de la Virgen de la Peña (que, como dijimos, extrañamente no registra calle alguna con su nombre). Fruto de traiciones y venganzas familiares, Luisa queda viuda nuevamente, con cinco hijos y el deshonor de la ejecución de su esposo calificado como traidor, además empobrecida por la confiscación de sus bienes.
Empeñada en reivindicar la honra del padre de sus hijos, desarrolló actividades ajenas a las mujeres de su época: se le llama la primera mujer revolucionaria de América por secundar a un hijo y algunos religiosos en una revolución sofocada (Enrique Gandia, Historia de la Conquista); después contrajo nuevo matrimonio en procura de conseguir sus fines reivindicatorios y patrimoniales, pero este vínculo le resulta inconveniente.
Resuelta a lograr su cometido, viajó a la Corte, reivindicó el nombre de su esposo y recuperó su patrimonio, logrando administrarlo aunque faltaran siglos para que acordaran los derechos civiles a las mujeres de nuestro país.
En esa ciudad pequeña de los primeros años emerge Leonor de Tejeda, aunque nacida en Tucumán consagró su vida a esta ciudad de Córdoba. Después de enviudar, con la ayuda del Obispo de Trejo y Sanabria fundó el primer Convento de Monjas de Argentina en 1613, de la Orden de Catalina de Siena.
A esta obra, de la que es primera priora, y al Convento de Santa Teresa de Jesús fundado por su hermano Juan de Tejeda, dedicó su vida.
Es la pionera de la educación para niñas en Córdoba.
(*) Abogada-ensayista. Autora de libro Ser mujer en Política.
