La Cámara en lo Civil y Comercial de la localidad bonaerense de Azul autorizó que una joven utilice el apellido materno y deje de usar el del progenitor que la abandonó cuando tenía sólo seis meses, y “algunos problemas de salud que exigieron un requerimiento de asistencia especial”, indicaron fuentes judiciales.
“Quedó demostrado que el uso del apellido paterno por parte de la actora afecta su derecho a la identidad en su faz dinámica e importa una afectación de su personalidad que configura un justo motivo para su reemplazo por el materno”, entendió el Tribunal.
Los camaristas evaluaron que “desde los seis meses de vida la menor no tiene vínculo afectivo alguno con el demandado, quien ha demostrado un total desinterés y desapego respecto a su rol paterno, asumiendo una actitud abandónica”.
Y detallaron los magistrados: “El derecho a la identidad personal es el presupuesto de la persona que se refiere a sus orígenes como ser humano y a su pertenencia, abarcando su nombre, filiación, nacionalidad, idioma, costumbres, cultura propia y demás elementos componentes de su propio ‘ser”.