Mientras algunos sectores industriales iniciaron un repunte en su actividad desde hace algunos meses, los empresarios de la construcción parecen no encontrar razones para el optimismo. Así surgió de la información difundida por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), que reveló que 40% de las compañías prevé que la actividad disminuirá en los próximos 30 días, un porcentaje mayor que el registrado durante los primeros meses del año.
El Indec divulgó ayer los Indicadores de Coyuntura de la actividad correspondientes al mes de agosto. Junto a ellos también se difundieron los resultados de una encuesta de expectativas realizada entre los empresarios del sector.
Pese a que la construcción resulta históricamente uno de los sectores que con mayor rapidez se recupera de las crisis, las constructoras no avizoran señales de mejoría en su actividad: entre las empresas que realizan obras públicas, en agosto cuatro de cada diez compañías (39%) consideró que su trabajo disminuirá el próximo mes.
Respecto a meses anteriores existió un aumento del pesimismo, porque en marzo o abril dos de cada diez estimó una retracción. Sólo 5,6% previó un aumento de la actividad y el resto (55,5%) calculó que se mantendrá igual.
Las expectativas no son mejores entre los empresarios que realizan obras privadas, dado que 45% de ellos previó una caída de la actividad durante el próximo mes. En el caso de estas constructoras, las estimaciones se mantuvieron con pocas diferencias durante los últimos meses: siempre entre 40% y 50% de ellas consideró que su trabajo caería los meses siguientes. El resto, un poco más optimista, consideró siempre que se mantendría el mismo nivel de actividad, pero sin subas.
Empleo y edificaciones
El pesimismo de los empresarios no es infundado. Según los datos del Indec, el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) cayó en agosto 3,2% en relación a igual mes del año anterior y acumuló una retracción interanual de 2,8% en los primeros meses del año. Es decir que la actividad se mantiene estancada desde principios de año, con fuerte impacto sobre el empleo. El propio organismo oficial reconoció ayer que los puestos de trabajo en la construcción -contabilizados a partir de los aportes y contribuciones al sistema previsional- disminuyeron 9,4% en el segundo trimestre de este año respecto al mismo período del año pasado, merma que resultó la mayor de los últimos trimestres. En el mejor de los casos, serían obreros con empleos precarizados durante los últimos meses, aunque también podría tratarse de puestos de trabajo directamente perdidos.
Las expectativas de los empresarios no permitieron esperar una mejoría en los niveles de ocupación de la construcción: alrededor de 30% de ellos consideró que el mes próximo reducirá la planta de personal -permanente y contratado-. Esto reveló además que las constructoras aumentaron muy levemente a lo largo del año sus perspectivas de despidos, porque en enero rondaban 20%.
También la superficie registrada por los permisos de edificación para obras privadas en 42 municipios del país reveló la retracción de la actividad: en agosto fue 17,9% menor que en igual mes del año anterior, y en los primeros 8 meses del año acumuló una caída de 19,4% con relación a igual período de 2008. Estos datos justifican las pocas expectativas de crecimiento de la actividad que expresan los e