ESCUCHARLo admitió el secretario de Planeamiento y Desarrollo Estratégico del municipio, Juan Giunta, quien indicó que -una vez redactado- será girado a la ADEC para su revisión y complementación. Dijo que la iniciativa debe estar lista antes de que culmine la actual gestión.
El proyecto de ordenanza que determinará el ordenamiento jurídico de los parque industriales conformados dentro del ejido urbano de la ciudad y que, por lo tanto, delinea el municipio, tendrá el consenso del empresariado local “para que salga con la menor cantidad de observaciones posible”. Así lo adelantó a Comercio y Justicia el secretario de Planeamiento y Desarrollo Estratégico Juan Giunta.
“El proyecto de ordenanza surge a partir de que no están regulados en la ciudad ni tienen normas de incentivo”, explicó al ser consultado sobre el anuncio que realizara el propio intendente Ramón Mestre, en ocasión del discurso de apertura de sesiones ordinarias del Concejo Deliberante.
“Lo que estamos haciendo ahora es un relevamiento respecto de cuáles son las necesidades que tienen quienes serían los demandantes de tierras urbanizadas para industrias”, informó. En tal sentido, adelantó que “una vez que esté redactado será girado a la Agencia para el Desarrollo Económico de la Ciudad de Córdoba (ADEC) para su revisión y complementación”.
“Siempre se presume que un parque industrial es un espacio cerrado y controlado. Haciendo una comparación burda, sería como un country, pero para las industrias”, dijo.
En ese sentido, explicó que está haciendo un recorrido entre las cámaras “para ver a qué cosas aspiran los empresarios para un parque industrial”.
Cuestión inmobiliaria
Uno de los aspectos a tener en cuenta serán los tamaños de los lotes. “Si se manejan como los negocios inmobiliarios, los van a querer hacer lo más chiquitos posible y después no van a servir para la actividad industrial”, sostuvo Giunta, para quien “también hay que prever las zonas industriales. Porque una cosa son los parques y otra las zonas o urbanizaciones industriales, uno requiere un predio cerrado y el otro no. La diferencia radica principalmente en los costos”, sostuvo.
“También hay que analizar el punto de ruptura, es decir, hasta qué punto conviene que sea un parque y cuándo una zona industrial”. Todo eso es lo que se está estudiando para que “no sea imperativa” la norma que llegue al Concejo Deliberante.
Asimismo, recordó que la ordenanza no sólo debe determinar una zona para el asentamiento, sino que también debe contemplar la provisión de infraestructura. “Ahí hay que ver cuál es la infraestructura de base. Se debe pensar en las líneas de alta tensión, los caminos y accesos, el gas, porque -si no- se genera una idealización de que van a florecer los parque industriales y, si no se tiene gas, agua, caminos y energía, es difícil. Entonces hay que contemplar todo eso”.
Finalmente, al ser consultado por los plazos, el funcionario indicó que “como la anunció el intendente, hay que sacar una ordenanza antes de que nos vayamos”.
Revisando lo hecho…
– El pasado 1 de marzo, el intendente de la ciudad, Ramón Javier Mestre, adelantó en su discurso de apertura de sesiones ordinarias del Concejo Deliberante, que se daba inicio a a la “revisión” de las ordenanzas de planificación urbana.
– “Al cumplir 30 años la Ordenanza 8060 de Fraccionamiento del Suelo, sancionada durante el gobierno radical de la época, encaramos su revisión y actualización porque la ciudad está en continua transformación y los últimos gobiernos distorsionaron la intención del legislador y la objetividad de aquella norma, produciendo un desorden con loteos inadecuados y desarticulando la planificación urbana”.
