ESCUCHARLa mediación en Córdoba viene generando sus hitos, sobre todo tras la aprobación de una ley provincial específica en el año 2000. Una nueva señal aparece ahora. Mediadores cordobeses, junto con el italiano Gian Piero Turchi, psicólogo, docente de la maestría en Mediación de la Universidad de los Estudios de Padua (Italia) y uno de los autores del modelo dialógico aplicado a la mediación, comenzaron a perfilar una especie de “norma ISO” para medir la calidad de sus prácticas.
Convocado por la Dirección de Métodos Alternativos para Resolución de Conflictos (Dimarc) del Ministerio de Justicia, Turchi se reunió con los referentes del foro local, con los que comenzó a fijar parámetros de eficiencia y eficacia en los procesos que llevan adelante tanto en el ámbito de la Justicia como fuera de ella.
En diálogo con Comercio y Justicia, el mentor de un nuevo paradigma afirmó que el Segundo Encuentro de Mediadores que tuvo lugar días atrás en Los Cocos fue el embrión para “construir una suerte de manual de calidad de mediación, que podrá representar lo que son las normas ISO para las empresas”.
El objetivo es bastante ambicioso e incluye definir con rigor científico el rol del mediador distinguiéndolo de otros roles profesionales. La intención es que la práctica de la mediación se transforme en una praxis susceptible de ser evaluada, y el mediador adquiera la calidad de experto en promover la resolución de conflictos.
El horizonte está puesto en la promoción de “un proceso de transformación cultural”, en el seno de la sociedad en la que el diálogo prevalezca sobre la confrontación y el mediador sea el promotor de dicho cambio.
Turchi ya adelantó que las conclusiones de los cordobeses serán presentadas en noviembre próximo en el Foro Mundial de Mediación, que tendrá sede en Venezuela.
El modelo
Sobre el nuevo modelo propuesto, el mediador italiano explicó que se llama “dialógico” porque analiza cómo las personas dialogan entre sí y construyen la realidad que les pertenece. En ese campo, el nuevo paradigma busca cómo hacer para modificar los presupuestos sobre los cuales basan su diálogo las partes comprometidas en un conflicto.
La finalidad de la mediación sería, entonces, buscar el cambio de las modalidades cognoscitivas que construyen el conflicto entre las partes, generando una “tercera realidad”.
Rol del mediador
En este modelo, el mediador apunta mucho más alto que en las intervenciones tradicionales -en las que se busca sellar un acuerdo entre los implicados en la controversia-; en la propuesta de Turchi, los mediadores aspiran a que las partes puedan gestionar ellas mismas el conflicto.
“A este mediador no le interesará el acuerdo entre las partes, sino que le interesará que las partes promuevan una cultura diferente de la del conflicto, porque sabemos perfectamente que podemos tener un acuerdo, pero las partes siguen configurando hoy la cultura del conflicto”, distinguió.
