ESCUCHARPara el especialista cordobés en sistemas Gonzalo Obregón, el modelo educativo en el cual había un impartidor de saberes cambió diametralmente. Los recursos tecnológicos permiten la construcción del saber a partir del estudiante y no como “una bajada” del profesor.
El impacto de la informática en las aulas, desde las plataformas de estudio, los materiales digitales, hasta las redes como espacio de comunicación entre docentes y alumnos, “ha modificado el paradigma educativo diametralmente”. Así lo afirmó a Comercio y Justicia Gonzalo Obregón, director de Sistemas y docente del Colegio Universitario IES, quien lidera casi todos los desarrollos que realiza esta entidad con trayectoria en el uso amigable de la tecnología para la educación.
El especialista abona las ventajas de las herramientas digitales a la hora de enseñar y aprender y da ejemplos concretos del impacto en la educación superior cordobesa.
“Cuando comenzamos a volcar en un recurso tecnológico nuestros materiales de estudio, que nosotros llamamos Texto Interactivo Digital (TID), nuestros alumnos no tenían notebook sino PC de escritorio en su casa, entonces no era tan portátil la tecnología. Hoy hay tablets, celulares con pantallas bien grandes, redes de wi fi por todos lados, compañías telefónicas que ofrecen servicios de Internet a alta velocidad y bajo costo por todas partes. Hoy es accesible la tecnología dentro del aula como no lo era unos años atrás. Eso cambia mucho el paradigma aúlico”, explicó Obregón.
Y ejemplificó la diferencia: “Lo que antes era un proceso de estudio en su casa, en el mejor de los casos chateando con alguien pero de manera individualista, hoy por hoy la tecnología hace que esto sea una gran comunidad”, ya sea en la modalidad a distancia a través de una plataforma, como en las modalidades presencial y semipresencial, en las cuales el docente también incorpora el uso de las notebooks. Eso permite que éste pueda referir materiales, indicar búsquedas, hacer un cierre con el aporte de lo que cada alumno encontró en Internet y una lectura de conjunto.
Lo trascendente
Al respecto, Obregón develó lo sustancial de esta situación: “Acá viene algo muy importante, que trasciende lo tecnológico, cambia el modelo educativo en el cual antes el docente era un impartidor de conocimientos y los otros absorbían cual esponjas; el modelo actual cambió diametralmente esto. Hoy el docente es quien media en la adquisición del conocimiento, de manera heterogénea, por parte de los alumnos, los ayuda a seleccionar lo que es bueno de lo que no respecto de los materiales a los que acceden. El profesor es un gestor, ya no es el que se para y da la cátedra magistral”.
Para el especialista, con el uso de la tecnología el conocimiento se construye y gestiona a partir del estudiante y no se impone como una “bajada docente”. “Todas estas herramientas tecnológicas permiten construir colectivamente. Tenemos una plataforma que la usamos para educación a distancia, que dispone de foros, wikis, un montón de recursos en los cuales van haciéndose aportes y más aportes por alumnos y docentes”.
En su caso personal, graficó que como profesor se vale de múltiples medios de comunicación, desde Facebook, mail, hasta WhatsApp.
“Encontré que a cada alumno le llega más una cosa distinta. Mientras a algunos les llega muy bien el discurso oral, la participación aúlica, otros que sufren de una timidez terrible en el aula responden fluidamente los chats, mails, WhatsApp. Yo el primer día de clases les brindo mi Facebook, celular y cuenta de mail. No todos los docentes lo hacen, pero deberían empezar a abrir todas esas vías de comunicación con sus alumnos. Por su parte, las instituciones educativas deben ir migrando su modelo de gestión docente para que éstos tengan incentivos válidos para contestar a los alumnos fuera de la hora de clases”, concluyó.
