Los productores sufrieron una baja de 20 centavos por litro a finales de 2014. Tras protestas y reuniones con el Gobierno consiguieron que se mantuviera el valor anterior, pero plantean que no alcanza y que es necesaria una recomposición.
Las industrias lácteas se comprometieron a dejar sin efecto las bajas en el precio por el litro de leche cruda que abonan al tambero y que ya habían aplicado en diciembre pasado. La decisión se tomó luego de que productores lácteos efectuaran diversas protestas y el Gobierno interviniera para resolver el conflicto.
Lo cierto es que el martes a la tarde se realizó una nueva reunión entre algunos tamberos cercanos al Gobierno nacional, representantes de fábricas y funcionarios de la Secretaría de Comercio Interior, y se decidió que se mantendría el valor acordado con las industrias también durante enero.
Los tamberos indican que, si bien es un paso haber logrado mantener los valores previos, el resultado no es suficiente.
“Seguimos permanentemente este tema y con mucha preocupación, porque cada baja en el precio que se le paga al tambero significa que se profundiza el proceso de desaparición de productores”, explicó a Comercio y Justicia Guillermo Giannasi, integrante de la Mesa Nacional de Productores Lecheros y dirigente de la Federación Agraria nacional (FAA).
“El freno en la baja que pagaban algunas industrias a los productores, escudados en la contracción de los precios internacionales de la leche, no fue producto de la buena voluntad del Gobierno sino de las protestas que encaramos los propios tamberos frente a las plantas procesadoras”, agregó.
Sin embargo, Ider Peretti, ruralista de la Sociedad Rural de Morteros y titular de la Confederación General Económica (CGE), entidad cercana al Gobierno, aseguró a este medio que la decisión de sostener el precio fue instada por el Gobierno y “apunta a evitar el abuso por parte de los grupos concentrados del sector”.
También adelantó: “El próximo viernes se convocará una reunión -en horario a definir- para analizar qué herramientas se pueden utilizar para amortiguar el impacto de la baja de precios internacionales”.
Argumento inválido
Tamberos del oeste de Santa Fe, una de las principales cuencas lecheras de América Latina, bloquearon a principios las plantas lácteas de las empresas Illolay, del grupo Williner y Verónica -ubicadas en la localidad de Suardi-, por espacio de cinco horas para reclamar por la rebaja de 20 centavos (10 en diciembre y 10 en enero) en el precio que perciben por la leche entregada. La medida fue aplicada bajo la supuesta afectación de la contracción de los precios internacionales.
Sin embargo, tanto Giannasi como Peretti coincidieron en la invalidez del argumento ya que, según el primero, Argentina sólo exporta 15% de su producción, en tanto que el segundo indicó que el porcentaje llega a 25%.
Más allá del guarismo, el hecho es que la industria láctea nacional no se vería afectada por la caída de los precios internacionales ya que no es significativo el volumen que exporta.
Giannasi agregó además: “La industria nos está pagando entre 3,10 y 3,20 pesos por litro de producto cuando el consumidor paga en góndola entre 10 y 11 pesos. En otros países del mundo, la participación del productor en el precio final del producto es de 40%, pero aquí en Argentina eso ni se asoma. Para percibir un valor medianamente rentable, los tamberos deberíamos percibir entre 3,8 y 4 pesos”.
“Además, hay que tener en cuenta que el incremento en los costos de los últimos tiempos superan en más de 10% a lo que percibe el productor de parte de las industrias”, añadió.
Panorama sectorial
El dirigente de FAA recordó además que la realidad del sector lechero es de concentración. “Desaparecieron 8.000 tamberos en los últimos diez años. Se pasó de 18 mil productores a los 10 mil que somos ahora. Pero hay que tener en cuenta que se produce lo mismo, es decir que la realidad indica que se concentró la producción en los grandes grupos del sector”, indicó.
Créditos del Banco Nación: “Suena fantasioso”
Ider Peretti (foto) dirigente de la CGE adelantó a Comercio y Justicia que el Gobierno nacional estudia la posibilidad de impulsar créditos blandos del Banco Nación para aquellos proyectos que impulsen el “confort animal”, como una herramienta para morigerar la baja en la producción estival causada tanto por las altas temperaturas como por las precipitaciones.
Al respecto, Giannasi, dirigente de la FAA, consideró la iniciativa como una “fantasía” y evaluó: “Mal podríamos los productores pensar en el confort animal, que sabemos es necesario, cuando estamos tratando día a día de no desaparecer. Los tamberos tratamos todos los días de conseguir el dinero para afrontar los costos de los alimentos, el veterinario, los sueldos de los pocos empleados, los insumos y el resto de los gastos. Es como mínimo fantasioso pensar en proporcionarle confor a nuestros animales, al menos ahora”.