“La economía postcrisis tendrá muchas diferencias con la economía previa. En el nuevo escenario, el rol de los países emergentes será cada vez más importante y claro”. Así caracterizó el economista Jorge Vasconcelos la realidad económica tras la debacle desatada a fines de 2008. A partir de este análisis, consideró que Argentina debe pensar una inserción en el mundo no sólo a partir de las ventas de commodities a China e India y de productos agroindustriales a Brasil, sino también “como proveedor de tecnología intermedia” a otros países emergentes de América Latina y del resto del mundo, que también buscarán vender a las economías que más rápido se están recuperando.
Vasconcelos es economista jefe en Buenos Aires del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) de la Fundación Mediterránea y esta semana participó en Córdoba del último de los habituales almuerzos que organiza la entidad.
De acuerdo con su análisis, los países emergentes -como China, India, Brasil o Rusia, entre otros- tienen en la salida de la crisis un lugar cada vez más preponderante en el escenario mundial. “Lo que pase en estos mercados será clave en tanto locomotora de la economía global y el peso relativo de estos mercados será cada vez más visible”, consideró el economista.
Ya este año el PBI anual de los países emergentes crecerá 2%, en tanto que los desarrollados caerá 4%. En el mismo sentido, Vasconcelos calculó que el próximo año “varios países emergentes pueden estar volviendo a crecer a un ritmo semejante al anterior a la crisis”, tras lo cual arriesgó que Brasil lo haría a 4% y China a 9%. “En cambio, varios de los desarrollados tendrán una recuperación más lenta”, estimó.
Ante ese horizonte, el analista del Ieral consideró que “la inserción de Argentina en el mundo debe contemplar” esta preponderancia de los emergentes y actuar acorde con ello. Opinó que “no se trata sólo de venderle alimentos y materias primas a China e India, sino también de apuntar con nuestra tecnología intermedia a ocupar nichos industriales en otros emergentes”.
Según Vasconcelos, muchos de estos países buscará exportar a los mercados más dinámicos, para lo cual necesitarán bienes de capital, pero “seguramente asimilar tecnología de punta de los países europeos, por ejemplo, les será mucho más difícil que hacerlo con una de menor desarrollo, que podamos proveer desde Argentina”.
La salida de la crisis
Vasconcelos estimó que, comparada con la del Tequila, la actual crisis tendrá una recuperación más lenta (“la salida no será tan rápida y vertical como aquélla”) y que aún no se aprecia “un claro punto de inflexión” de la recesión en el país.
En la crisis de 1995 Argentina tuvo una recesión corta, de 8 meses, y necesitó otros 12 meses para volver a los niveles de producción y consumo previos.
También el contexto político actual es muy diferente al de 1995, año en que fue reelegido para la presidencia Carlos Menem con más de 50% de los votos. “Hoy la incertidumbre política no contribuye a la recuperación de la crisis”, comentó Vasconcelos.
Según el economista, “en la actual reces