Producto de la caída del consumo y del freno a las importaciones, la entidad empresarial cordobesa registró cierre de locales y la desaparición de 300 puestos de trabajo. Imagen de un sector cuya facturación anual promedio por empresa suma 15 millones de pesos.
Sobre llovido mojado. La Cámara de Comerciantes e Industriales Mayoristas de Córdoba perdió 6% de sus socios como consecuencia de la crisis que ha causado el cierre de locales comerciales y el despido de empleados.
Este dato, revelado por Héctor Luna, presidente de la entidad, es sólo una muestra de la situación que transita el sector en general, integrado además por otros 130 locales ubicados en la zona mayorista de la ciudad capital, como así también por supermercados mayoristas.
“Desde el año pasado a éste, más de seis socios han cerrado sus puertas, esto sin contar los casos de los grandes socios que aún continúan vigentes, pero que han cerrado algunas de sus tantas bocas de distribución”, explicó el titular de la Cámara a Comercio y Justicia.
Esto representa, por lo menos, 300 puestos de trabajo perdidos, tanto directos como indirectos. “Tengamos en cuenta que cuando cierra un local el contador deja de tener su cuenta, la imprenta, el fletero… Es decir, son muchos los proveedores que quedan sin trabajo”, advirtió Luna.
Entre los socios de la Cámara, el sector emplea a 5.000 trabajadores, una porción que forma parte del plantel total de la provincia que asciende a 13.600, cifra que incluye a los mayoristas de supermercados que no integran esta asociación sino la Cámara de Supermercados Mayoristas.
Según Luna, el promedio de facturación anual por empresa socia del rubro mayorista (botones, cotillón, textil, etcétera) asciende a 15 millones de pesos.
Perspectivas
“Esto es un Rodrigazo en cuotas”, dijo Luna, parafraseando al exministro de economía Roberto Lavagna, que el año pasado lo expresó y causó polémica.
“Es que cada vez se vende menos, se cierran más locales en el centro, hay menos cantidad de proveedores”, agregó el empresario para ilustrar una realidad, que parece no mostrar atisbos de optimismo.
Y para muestra sobra un botón. Es que el pasado Día del niño celebrado en agosto, los comerciantes mayoristas de la zona centro vendieron 35% menos de unidades que el año pasado, según apuntó el titular de la Cámara.
Nada hace suponer que la situación va a revertirse de aquí a fin de año. “No hay credibilidad en el Gobierno, el consumo está en caída, continúan las trabas a las importaciones, hay productos o insumos que no llegan (por ejemplo anilina de ciertos colores) y no tenemos escala para sustituir cierta mercadería”, resumió.
Para ejemplificar, contó el caso de un socio de la Cámara que compró una maquinaria para fabricar cordones a 14 mil dólares . “No la dejaron entrar, iba a tomar empleados, iba a alquilar un galpón, iba a proveer a la industria del calzado, es evidente que así no vemos rumbos de progreso en nuestra actividad”, concluyó Luna.