Luego del paro al que se adhirieron los bancos ayer, el Banco Central activó un “feriado puente” y decidió extender hasta el próximo martes la veda a los pedidos de autorización para la compra de dólares por los importadores.
La medida, comunicada informalmente a las entidades, es una de las tantas que buscan frenar el drenaje de divisas y sostener la cotización oficial del peso.
Esta situación añade complicaciones en el marco del escenario descripto ayer por Comercio y Justicia, en cuanto a las dificultades que están enfrentando las automotrices locales para hacerse de las piezas necesarias para la manufactura de vehículos.
Al tener saldos negativos con sus matrices o con sus pares del Mercosur, las automotrices radicadas en Córdoba -Fiat y Renault- se han visto obligadas incluso a reducir la producción propia, agregando con ello una dificultad más al mismo sector que en 2013 batió todos los récords de producción, pero que en el transcurso de éste no deja de ver la reducción de su mercado.
Preocupante
En tal sentido, Miguel Ponce, gerente de la Cámara de Importadores, consideró “altamente preocupante” la traba a los elementos importados que necesitan las automotrices para ensamblar. “Esto pega de lleno en la actividad automotriz que ya venía golpeada, como todos los números lo indican”, sostuvo en declaracione radiales.
La situación actual de las terminales las obliga a hacer equilibrio entre la necesidad de reducir sus envíos al mercado local e intentar aumentar las exportaciones, en un intento de compensar los desequilibrios heredados del cepo.