El ministro defendió el modelo de “crecimiento con inclusión” y pidió a los empresarios que no alimenten con críticas las “profecías autocumplidas”. Reconoció complicaciones y aseguró que se trabaja para que el mercado interno no se debilite.
En lo que se puede considerar un primer reconocimiento de la crisis, el ministro Axel Kicillof reclamó a los empresarios dejar de decir que las cosas marchan mal para que no se produzca una “profecía autocumplida”. Fue durante un largo discurso en el que defendió el “modelo de crecimiento con inclusión social” y admitió problemas.
Si bien los hombres de empresa se habían entusiasmado con la posibilidad de algún anuncio en medio de las dificultades cambiarias, el ministro prefirió dar “otra lección como si estuviese en la facultad”, según opinaron en el encuentro del Consejo de las Américas al menos cuatro directivos de compañías de primera línea.
Por eso, algunos empresarios se fueron desilusionados por la “clase” del doctor Kicillof, quien les reprochó a “algunos” haber apoyado “el proceso de desindustrializar a la Argentina que empezó en 1976.
Rodeado por la “crema” del poder económico convocada por el Consejo de las Américas y la Cámara Argentina de Comercio, el ministro les advirtió que “no puede haber una Argentina menos sustentable que la de 2001, con 25 por ciento de desempleo”.
“No podemos volver ahí porque eso es lo que no es sustentable. No estoy en contra de la producción agropecuaria, (José Alfredo) Martínez de Hoz decía que un país agropecuario era para seis millones de habitantes. El desafío es sostener el proceso de industrialización”, sostuvo el funcionario.
Apoyándose en abundantes infografías, dijo que uno de los más grandes logros del actual gobierno es que entre 2003 y 2013 consiguió que sus exportaciones industriales subieran más de un tercio, en medio de una reprimarización regional.
Para no dejar a nadie afuera, aseguró que “la industria acompañada por el agro puede balancear el crecimiento para que sea inclusivo, porque el empleo industrial formal es el mejor remunerado”.
Ante los reproches por el aumento del gasto público, Kicillof sostuvo que “hay que tener también una batería de medidas para evitar que los que más sufren tengan que pagar” las crisis.
Con citas que incluyeron al legendario Henry Ford, Kicillof destacó que poner plata en el mercado interno tiene dos funciones: dar poder de demanda a los trabajadores y permitir que -cuando los envíos al exterior flaquean- se incentive el mercado interno.
Para Kicillof, los problemas están afuera: “Hay dificultades afuera pero este gobierno está trabajando para que el mercado interno no se debilite”.