ESCUCHAREl extitular de la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico será juzgado por su supuesta actuación en el secuestro de un empresario de la noche. Se lo acusa de incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Con una semana de retraso respecto de la fecha original, comenzará hoy en el Tribunal Oral Federal Nº2 de Córdoba el primer juicio contra el policía Rafael Sosa.
Detenido por la investigación sobre el denominado Narcoescándalo, en esta ocasión deberá enfrentar una acusación por el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público, por no haber comunicado a la Justicia federal el secuestro de una persona y haber intervenido para resolverlo al margen de la instrucción de un fiscal, como indica la ley.
El 16 de julio del año pasado, Herminio Bionda fue secuestrado por cuatro encapuchados de su casa de calle Necochea 2700 de barrio Jardín, de Córdoba. Bionda era empleado de Antonio Lo Casio, dueño del boliche Palmira y muy amigo del comisario Sosa. A tal punto llegaba la relación que el empresario de la noche le avisó a Sosa para que lo ayudara y juntos se subieron a la camioneta Toyota Hilux de Lo Casio para buscar a los autores.
La defensa del ex jefe de Lucha contra el Narcotráfico de la Policía de la Provincia dice que dio aviso al jefe de la Brigada Antisecuestros y que por tener a su esposa internada en un hospital le delegó la tarea a otro policía. Bionda fue liberado algunas horas después sin que se pagara el rescate de 50.000 pesos que exigían sus captores quienes, según la propia víctima, parecían ser policías.
A Sosa la Justicia le reprocha que luego de dar aviso a la otra brigada siguió interviniendo, cuando el Código de Procedimiento señala que el fiscal federal de turno debe instruir todo el operativo y conducir el comité especial que se crea para cada caso.
Aunque Sosa asegura haber informado a su superior, por entonces el comisario mayor Alejo Paredes, la posterior investigación sobre los presuntos vínculos entre los policías y narcos locales considera este hecho como significativo. Ello si se tiene en cuenta que Juan “El Francés” Viarnes denunció que parte de la droga que los policías imputados secuestraban se vendía en Palmira.
Según Gustavo Franco, defensor de Sosa, ésta no es una causa compleja. “Simplemente, se determinará cuál fue la actuación de el comisario mayor Sosa en esta circunstancia, en que fue llamado por un particular a colaborar con la situación que estaba viviendo. Pero hay otra división de la Policía, que fueron quienes llevaron adelante el procedimiento y las actuaciones. Vaya a saber por qué Sosa terminó imputado”, sostuvo.
Según el fiscal Enrique Senestrari, quien instruyó la causa desde el comienzo, Sosa siguió realizando llamados, junto a otros policías armados recorrió lugares vinculados con el hecho y puso en riesgo a la víctima con su accionar.
La defensa aduce que esas actuaciones no tuvieron la intención de involucrarse en un asunto federal sino que en un primer momento creyeron que se trataba de un secuestro virtual, cuya competencia es provincial.
