ESCUCHARAdemás de las playas, parques y la tradicional simpatía de sus habitantes, San Salvador ofrece un centro histórico donde iglesias y casas señoriales enmarcan una gran actividad cultural.
Con sus espectaculares playas, exuberantes selvas tropicales, rica cultura, cocina exótica y una fascinante vida nocturna, Brasil es uno de los países más atractivos para visitar.
Entre la diversidad que ofrece, una ciudad para destacar es San Salvador de Bahía, paraíso que fusiona la belleza de increíbles playas, gastronomía y cultura.
El destino, uno de los más codiciados por el mercado argentino, se luce y destaca del resto por la riqueza de su centro histórico que se extiende desde la Plaza Castro Alves a Santo Antonio Além do Carmo.
Con clima cálido y húmedo, típicamente tropical, con temperaturas promedio de 25° C, la temporada de verano, de diciembre a marzo, es la mejor época para visitar Bahía y sus más de cincuenta kilómetros de playas y parques. Además, es la época propicia para disfrutar de la infinidad de eventos culturales que concentra la grilla estival.
Más allá de sus recursos naturales, el lugar se enorgullece de contar con uno de los patrimonios arquitectónicos más bellos e importantes del país, conformado por iglesias y casas restauradas que se esparcen a lo largo de tres áreas: la Plaza Municipal de Largo (plaza) de São Francisco, el Pelourinho y Carmo a Largo de São Francisco.
Entre los principales atractivos de estos tres distritos se destacan la Iglesia Nuestra Señora del Rosario, cuyas obras fueron iniciadas en 1768 y revelan la fe y fuerza del africano; la Iglesia Nuestra Señora do Carmo, uno de los palcos más espectaculares del arte y de la genialidad de Antônio Francisco Lisboa; la Iglesia San Francisco de Assis, cuyas obras comenzaron en 1781; el Teatro Municipal, el segundo más antiguo de Brasil, en pleno funcionamiento; el Museo del Oro, auténtico ejemplar de la ruda arquitectura colonial brasileña del siglo XVIII (1713).
También merecen ser destacados las plazas Municipal y da Sé, el Elevador Lacerda, la Câmara Municipal, el Palácio Municipal, el Palácio Rio Branco, la Santa Casa e Iglesia de la Misericórdia, el Palácio Arquiepiscopado, la Catedral Basílica, el Terreiro de Jesus, el Largo do Cruzeiro de São Francisco, el Pelourinho -con sus iglesias, tiendas y plazas- y, finalmente, el Largo do Carmo, donde se encuentra el Fuerte de Santo Antônio.
Restauración
En Salvador de Bahía, varios edificios en ruinas fueron recuperados del abandono durante treinta años, y esto impulsó la revitalización de barrios enteros de casas antiguas, conventos e iglesias. Es por eso que hoy en día hay más de ochocientos edificios con fachadas e interiores restaurados. Por otro lado, la ciudad es un lugar único que cuenta con diversas atracciones, como sus artesanías. Allí, los lugareños utilizan diferentes materiales naturales como paja, cuero, cerámica, madera, conchas marinas y semillas para hacer infinidad de piezas artesanales.
Asimismo, se trabajan metales como oro, plata, bronce y latón. Las artesanías más sofisticadas son realizadas en piedras preciosas y semipreciosas.
Por su parte, la gastronomía es muy atractiva y conserva orígenes culturales africanos. Los platos fuertes son elaborados a base de mariscos, pescados, pimienta, tomate, cilantro, cebolla, leche de coco y aceite de dendê -típico de la cocina brasileña, producido a partir del fruto de la palmera conocida como dendezeiro-. Además de todas las atracciones naturales y arquitectónicas, Bahía cuenta con eventos populares que se transmiten de generación en generación.
La ciudad combina demostraciones folclóricas, destacando siempre su carácter tradicional, como capoeira, afoxé, reyes juerga, Maculelê y samba de roda.
Para mayor información: www.braziltour.com.
