ESCUCHARPor Marcos Sequeira
A pocos días de terminar el año 2016, coincidente con el primero del Gobierno de Macri, hay temas que, por curiosos -inclusive en un país donde lo “extraordinario” pasó a ser lo “estándar”-, merecen la pena que nos detengamos a examinar. Una de ellas tiene que ver con un tema sobre el cual ya escribimos: el desafortunado decreto Nº 1206/16 del Poder Ejecutivo Nacional, que habilitó la posibilidad de que los familiares de funcionarios públicos se adhieran al blanqueo. Dijimos, y ahora lo reiteramos, que esta norma es inconstitucional.
Lo llamativo es que el decreto se publicó el 30 de noviembre y sólo 13 días corridos después el fiscal Marijuan imputó a Macri, Prat-Gay y Peña -son quienes lo firmaron-. Se los acusa de incumplimiento de los deberes de funcionario público y abuso de autoridad. Mientras esto ocurre, Cristóbal López, quien “se quedó” con más de $8.000 millones de pesos de retenciones por el impuesto a los Combustibles, todavía no fue imputado.
Recordemos que la ley 24769 Penal Tributaria y Previsional prevé prisión de dos a seis años, al agente de retención o percepción que no deposite, dentro de los diez días de vencido el plazo para el ingreso el tributo, siempre que el monto supere cuarenta mil pesos por cada mes.
En el país un señor “se olvidó” de depositar $8.000 millones y al menos hasta ahora nada le sucedió. Para rematar, el 12 de diciembre se publicó el decreto 1246, estableciendo que los importes abonados en conceptos de “coimas” pagadas a funcionarios públicos extranjeros no son deducibles del impuesto a las Ganancias. Esta vez, la “iniciativa” del Presidente se funda en la “Convención sobre la Lucha Contra el Cohecho de Funcionarios Públicos Extranjeros en las Transacciones Comerciales Internacionales”, suscripta en Paris el 17 de diciembre de 1977. Hace 39 años.
Cuando leí el texto del decreto, no pude sino quedar perplejo ¿A quién se le podría llegar a ocurrir deducir de los “ingresos gravados” las “coimas” pagadas a funcionarios públicos, del país o del exterior? Bien, se ve que alguien lo hizo. Si no ¿para que sacan este decreto?
En resumen, Argentina, en el término de menos de una semana, no deja de depararnos sorpresas cada día. ¿Seremos un país “extravagante”, “improvisado” o “corrupto”?
(*) Tributarista
