“Verano amargo” es una película que se está filmando en San Luis y que busca difundir la pesadilla financiera que vivió Argentina y que, según sus autores, se asimila a las dificultades que hoy está viviendo el mundo.
El rodaje es dirigido por Luis Desanzo y está dedicado a las víctimas de la crisis financiera. Sus creadores definen la obra como “una alegoría, un cuento de esperanza, de solidaridad, de amistad, de familia y de supervivencia”.
La meta de Desanzo es, en sus propias palabras, “recrear esta historia que, más allá de lo absolutamente dramática que es, tiene una alta carga poética dado el comportamiento de los personajes que la integran, quienes quedarán indeleblemente instalados en el corazón de los espectadores”.
La historia cuenta los acontecimientos de diciembre de 2001, cuando el gobierno de Fernando de la Rúa restringió el retiro de fondos de los bancos para paliar una severa crisis económica, con lo cual agudizó la irritación popular y que desembocó en su renuncia, el 20 de ese mes, en medio de disturbios que dejaron una treintena de muertos.
A fines del 2001, el Parlamento declaró la mora de deudas soberanas por US$102.000 millones, el mayor cese de pagos de la historia financiera, y eligió jefe del Estado a Eduardo Duhalde, quien congeló millonarios depósitos bancarios para frenar la fuga de capitales.
El productor y coguionista del filme, Julio Bove, aseguró que aunque la historia está ambientada en Argentina, el tema central, “la pérdida de fe y confianza en las instituciones”, es algo que afecta ahora a todo el planeta debido a la crisis. El rodaje se realiza en la ciudad de Villa Mercedes y el protagonista es Federico Luppi. Cuenta también con la participación de los españoles María Fernández, actriz, y del bailaor Rafael Amargo.