Apelo a documentos y recuerdos para trazar esta estampa sobre el 17 de mayo de 1940. Nos tendremos que desenvolver en el ambiente político, tan sobresaltado en aquellos años y en donde también apremiaban los sofocones religiosos. No debe olvidarse que aparecía en Córdoba, como en todo el país, la Acción Católica Argentina, en 1931. Después del sacudón revolucionario de 1930 y de haber vetado el presidente General Uriburu las candidaturas de los doctores Marcelo T. de Alvear y Adolfo Güemes -para presidente y vice del país, respectivamente- en Córdoba, como en toda la república, el radicalismo entró en el campo de la abstención. Muchos son los acontecimientos a los cuales tendríamos que referirnos mientras avanzaban aquellos años y dentro del radicalismo se terminó por enarbolar los nombres de los doctores Amadeo Sabattini y Alejandro Gallardo, quienes terminaron por asumir el Gobierno de la Provincia el 17 de mayo de 1936, con ánimo de dar un impresionante empuje a todas las actividades de Córdoba, queriendo en todo instante hacer valer aquel lema de vibrantes líneas: “Agua para el norte, caminos para el sud y escuelas para toda la provincia”.
Durante la administración del doctor Sabattini fue ministro de gobierno el doctor Santiago H. del Castillo. Éste observó de cerca a quién ejercía el gobierno y algunas de sus actitudes le sirvieron de índice para su ruta. Sabattini era hombre sereno aunque en algunas oportunidades diera ademanes ariscos. Quienes estaban cerca de él sabían que no debían invitarlo a concurrir a los actos religiosos católicos porque no asistiría. Empero, no tuvo encontronazos con las autoridades eclesíasticas y en otros planos siempre se lo encontraba dispuesto a apoyar a quienes exponían su ansiedad por seguir construyendo en favor de la provincia.
Santiago H. del Castillo estuvo muy cerca de Sabattini y fue un colaborador muy eficaz hasta 1939, cuando presentó su renuncia, en razón de haber sido elegido como candidato a la gobernación de Córdoba. No hay duda de que esa actitud de renunciar le hace distinguir de otros mandatarios que frente a una situación como la indicada pedían solamente licencia.
Hemos recordado en nuestra “Historia de Córdoba” que el doctor Del Castillo había nacido en la localidad de Bell Ville, en 1898, pero como su padre ejercía la docencia y debió ir a instalarse en Chivilcoy, provincia de Buenos Aires, allá también fue su hijo y siguió estudios primarios. Cuando arribó a Córdoba para seguir estudios universitarios, Del Castillo ya estaba actuando en las filas del radicalismo y bien pronto alcanzó, por propios méritos, destacados puestos en esa línea política, como en la administración provincial cuando su partido estaba en el poder cordobés.
Diversas alternativas políticas podrían ser expuestas, pero vayamos directamente a la que nos interesa para una actitud del doctor Sabattini en el acto de entrega de su gobierno. El radicalismo presentó para el comicio el binomio de Santiago H. del Castillo – Arturo Illia y se impuso ante los candidatos del Partido Demócrata y otras agrupaciones y todo se enderezó a la toma del poder el 17 de mayo de 1940.
La Casa de Gobierno se encontraba instalada en la hoy Biblioteca Córdoba, en calle 27 de Abril 375 y el despacho del doctor Sabattini era el ámbito donde actualmente se encuentra la Junta Provincial de Historia, aunque teniendo modestia en sus muebles. La LV2 Radio Central resolvió trasmitir la ceremonia de la entrega d