ESCUCHAREn relación con el año pasado, los comerciantes bajaron sus colocaciones mayoristas. Por trámites “engorrosos” y altos costos de alquileres, se habilitaron menos locales de venta
estacional al público.
Por Laura Pantoja – [email protected]
Los comentarios fueron variados: “No se sintieron muchos fuegos artificales en estas fiestas”, dijeron algunas voces, mientras otras, muy dispares: “Se gastaron hasta la plata que no tenían en estruendo”, manifestaron.
Está claro que todo depende de la zona en la que el espectador observó el cielo nocturno del 24 y del 31 de diciembre pasados y, desde luego, del poder adquisitivo de sus festejantes.
La realidad es que los cordobeses -efectivamente- compraron menos cantidad de fuegos artificiales que el año anterior, según coincidieron los principales vendedores minoristas y mayoristas de pirotencia consultados por Comercio y Justicia. En volúmen, han vendido hasta 15% menos que el año pasado.
Entre las principales razones que esgrimieron pesa la menor apertura de nuevos negocios estacionales de venta de pirotecnia. Según Lucas Castillo, de Castillo Pirotencia, al por mayor se ha vendido mucho menos que el año anterior, es decir, los negocios de barrio que antes se abrían por un mes, no han abundando como en períodos precedentes.
“Se debe al engorro en papelería que significan las habilitaciones municipales, los altos costos de alquileres, el temor a que no sea un negocio rentable como antes y los miedos que quedaron a los robos y saqueos”, comentó a este diario.
“A nivel de facturación crecimos porque los materiales aumentaron sus precios hasta 20%, pero si hablamos de crecimiento real, la venta fue hasta 10% menos que el año pasado”, apuntó -por su parte- Romina Barbieri, responsable de la sucursal cordobesa de Cienfuegos, una empresa nacional con presencia en otras provincias.
“La gente -en general- ha gastado menos, creo que tiene que ver más con una cuestión de cuidar el bolsillo que con las campañas negativas en relación con el uso de pirotecnia”, opinó Barbieri, quien aclaró que se focalizaron más en las redes sociales, que en otros ámbitos.
En ese aspecto, recordó que desde la Cámara Nacional de Pirotecnia iniciaron acciones en contra de los proyectos de prohibición del uso de fuegos artificiales y en favor de su compra responsable. “Está comprobado que cuando algo se prohibe, más se fomenta su consumo, por eso es que juntamos firmas para propender al uso de pirotencia controlada, legal y habilitada”, resumió.
La empresa se sumó a la iniciativa puesto que tiene representación en la mayoría de las provincias argentinas, como Buenos Aires (en Mar del Plata y Capital Federal), Santa Fe, Salta, San Luis y Chubut, entre otras.
Más luces que ruidos
Si bien la compra, tanto mayorista como minorista, fue un tanto menor que la de los años anteriores, los voceros coincidieron que sus clientes particulares se mantuvieron y, en algunos casos, destacaron que los volúmenes minoristas igualaron los consumos anteriores.
Alta rotación tienen desde hace un par de años las tortas y los morteros de luces, superando ampliamente los petardos y otros fuegos más caracterizados por el ruido que por el color.
“Se encuentran tortas chicas, desde $60, hasta grandes, que superan $4.000”, puntualizaron en Sinai, con dos comercios y una trayectoria de 50 años en el mercado cordobés. El promedio de gasto en este tipo de líneas es de $150, una torta con 16 tiros de colores surtidos, según graficó la responsable de Cien Fuegos.
Otros de los productos de mayor salida han los de la sido la línea infantil: chasquibúm, estrellitas y bengalas.
Fuegos, todo el año
– Las principales empresas que venden productos de pirotencia importan la mercadería y no se abocan al negocio de manera estacional sino durante todo el año.– Fuera de las fiestas navideñas y de fin de año, trabajan para empresas ogranizadoras de eventos y particulares: casamientos, bautismos, comuniones, eventos empresariales, aniversarios, etcétera.
– Comercializan desde tortas de luces a $450 y/o el servicio completo (materiales, técnicos y seguros) cuyo minuto parte de $4.500.
