La Cámara Nacional de Casación Penal estimó que no era verosímil la versión del imputado, subrayando que, si bien adujo que fue atacado previamente por la víctima y que hubo lucha, no tenía heridas.
La Sala IV de la Cámara Nacional de Casación Penal, integrada por los jueces Juan Gemignani, Mariano Borinsky y Gustavo Hornos, rechazó el recurso de presentado por la defensa de un imputado condenado a 11 años de prisión por asesinar a martillazos al por entonces jefe de la barra brava de excursionistas.
El fallo fue dictado en la causa “Sanz, Nicolás s/ recurso de casación”, en cual la Sala confirmó la sentencia del Tribunal Oral en lo Criminal Número 5 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), que responsabilizó al acusado por el delito de homicidio simple.
A su turno, el letrado de Sanz criticó la sentencia y argumentó que durante el ataque su asistido “perdió la memoria”.
Paralelamente, expresó que Sanz obró en legítima defensa y que la pena era “excesiva”.
Sin embrago, los jueces del Máximo Tribunal Penal consideraron que no era verosímil la versión del imputado, subrayando que, si bien adujo que fue atacado previamente por la víctima, en el marco de una pelea como la que relató era razonable suponer que hubiera presentado heridas, lo que no sucedió.
16 martillazos
En esa línea, resaltó que el fallecido recibió 16 martillazos en el cráneo. También descartaron el argumento de la supuesta pérdida de memoria y destacaron que las pericias practicadas en la causa no advirtieron sobre ningún episodio de ese tipo.
Asimismo, descartó el pedido de un nuevo examen psiquiátrico, al estimar que los realizados por los médicos durante la instrucción eran suficientes.