Tras los graves hechos del 4 de diciembre, los profesionales emitieron un comunicado en el que sostienen que tanto el discurso de “hacerse el choro” como el de “habría que matar a los negros” quiebran toda sociedad plural y democrática.
Tras la grave situación acaecida en Córdoba, el Colegio de Psicólogos de la provincia emitió ayer un comunicado llamando a la sociedad a reflexionar sobre las respuestas de los distintos sectores frente a lo que comenzó como un reclamo laboral de la policía y continuó con saqueos y violencia.
“Proponemos problematizar, reflexionar y profundizar la sobrevaloración de la posesión material por sobre el respeto y la solidaridad frente al otro, los otros, las instituciones, el prójimo; valores que como sociedad nos ha costado mucho reconstruir luego de una dictadura cívico-militar sangrienta y con una década de políticas de corte neoliberal, como fueron los noventa, cuando la tenencia o la apariencia de la tenencia era un valor supremo”, subrayó la Junta Ejecutiva de la entidad.
Asimismo, los psicólogos sostuvieron que las reacciones espontáneas y organizadas por intentar tener y otros por conservar, ambas a cualquier costo, “han puesto en evidencia la ruptura de todo lazo social y la presencia de las más despiadadas pasiones”. Afirman que estos actos han deteriorado también contratos político-sociales en algunos casos muy afianzados y en otros más endebles.
“Es tan dañino robar, saquear, destruir como querer matar o devastar al otro. De un lado ‘hacerse el choro’ y del otro ‘habría que matar a los negros’, ambos discursos rompen toda sociedad plural y democrática. Si sumamos a esto la inoperancia de los poderes públicos para resolver conflictos o para prevenir un estallido social, las condiciones de producción de sentido de estos discursos autoritarios tiene su correlato directo en acciones violentas”, dice el documento.
Finalmente, el Colegio de Psicólogos señaló que es responsabilidad del gobierno sostener siempre canales de comunicación y negociación aceitados, no sólo para el quehacer cotidiano sino ante situaciones de posibles desbordes. Pero también advirtió de que es responsabilidad de la comunidad en su conjunto “buscar canales de convivencia y de respeto hacia el otro, diferente o par”.