Para Patricia Valeri, el régimen dispuesto por la ley Nº 27253 persigue, por un lado, que los beneficiarios compren realmente bienes de primera necesidad y, por el otro, que el Estado fiscalice los negocios vía la bancarización.
El pasado lunes 13 fue oficializada la ley que establece el régimen de reintegro de una proporción del impuesto al Valor Agregado (IVA) del monto de las operaciones realizadas en comercios minoristas y mayoristas que facturen a consumidores finales, registrados como tales ante la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
Para conocer algunos aspectos prácticos en la implementación de las medidas sancionadas por ley, Factor dialogó con Patricia Valeri -contadora pública, docente y asesora tributaria del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Córdoba (CPCE)-, quien graficó: “El importe del reintegro se acreditará en la misma cuenta en la que se perciben los beneficios”.
Según la norma, la medida alcanza a operaciones realizadas en el territorio nacional y cuyo débito se realice en cuentas abiertas en sucursales o casas centrales de entidades financieras, radicadas en el país o a través de tarjetas prepagas no bancarias, o sus equivalentes.
No todos los comercios minoristas poseen hoy el posnet para pasar las tarjetas ¿cuál será el resultado de lo implementado?
-Evidentemente, pese a que los pequeños comercios tendrán la posibilidad de obtener el posnet sin costo, en el corto plazo no va a ser demasiado efectivo por cuanto lleva un tiempo, tanto para el comerciante obtener el equipamiento y acostumbrarse a su utilización como para el receptor del beneficio adaptarse al uso de la tarjeta de débito. Es normal ver largas colas en los cajeros automáticos para extraer el efectivo con el que luego van a hacer las compras y las personas beneficiadas por esta ley deberán cambiar esa mentalidad.
-Si el tope mensual de reintegro es hoy de $300 y luego podrá ser modificado conforme la variación de la canasta básica de alimentos ¿no hubría sido más práctico otorgar un aumento directo a los beneficiarios y no una mejora por vía del reintegro del gravamen?
-Seguramente sería más práctico aumentar la jubilación o las asignaciones universales en ese importe pero la medida tiene por fin controlar que se realice un gasto efectivo en bienes de primera necesidad y, además, como beneficio para el propio Estado, controlar los comercios, tendiendo a la bancarización. Una vez que el comerciante se acostumbre a recibir tarjetas de débito para este caso particular y cuente con el equipamiento necesario a tal efecto, la idea es que se extienda a las operaciones en general que se realicen en los pequeños negocios.