La profundización del deterioro fiscal provincial en 2009 fue el punto de acuerdo entre los economistas Nadín Argañaraz y Rogelio Frigerio (n) quienes junto a Raúl Hermida, de la Bolsa de Comercio, disertaron ayer en el marco de las jornadas organizadas por el Banco de Córdoba. En tanto el primero abogó por debatir una nueva distribución de la recaudación tributaria nacional, el segundo arriesgó que muchas jurisdicciones no podrán afrontar el aguinaldo en el mes de julio.
Frigerio, de la consultora Economía y Regiones, consideró que la debacle internacional anticipó una crisis inevitable en las provincias, cuyo deterioro fiscal aumentó desde 2005. Según explicó, la relación entre el gasto en personal y los gastos corrientes en las provincias sería del 65% en 2009, muy cercana a los valores de la crisis de 2001 (70%).
Para este año Frigerio estimó que el contexto fiscal provincial incluirá una desaceleración de la coparticipación, menor capacidad para subas salariales, baja de transferencias nacionales a obra pública tras las elecciones y mayor dependencia financiera del poder central.
Con respecto a la posibilidad de default o de emisión de cuasimonedas en las provincias, opinó que dependerá del grado en que el gobierno nacional pueda financiar los déficit financieros de las jurisdicciones.
Por su parte, Nadín Argañaraz, del Iaraf, calculó que Córdoba aportó entre 2003 y 2008 6.000 millones de dólares por retenciones, lo que produjo una caída en el nivel de su actividad económica. Según su estimación, si la provincia se hubiera quedado con esos recursos, el crecimiento de su producto habría sido cercano al PBI nacional, un 8,6%, en tanto que sin esos fondos fue del 6,9%. De allí su convocatoria a debatir una nueva distribución impositiva.