ESCUCHARLa Premio Nobel de Medicina 2008 recibió ayer en Córdoba la distinción Honoris Causa de las universidades Nacional y Católica de Córdoba.
“Lo que hay que preconizar son los test sistemáticamente voluntarios, y para que las personas vayan voluntariamente a hacerce un test también hay que cambiar las reglamentaciones de los países, hay que alentar al médico a proponerlo sistemáticamente y abrir la posibilidad de hacer test en las asociaciones”, subrayó ayer en Córdoba Françoise Barré-Sinoussi, la científica que en 1983 aisló el retrovirus VIH (virus de inmunodeficiencia humana) y determinó que era el causante del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida).
Sus declaraciones fueron brindadas en conferencia de prensa horas antes de recibir los doctorados Honoris Causa de las universidades Nacional (UNC) y Católica de Córdoba (UCC). Un día antes, en Buenos Aires, había insistido en que no hay que detener la investigación. “El período es prometedor respecto a la obtención de la vacuna y también para lograr la cura: lo que piden los pacientes es un tratamiento que pueda dejarse en algún momento”, señaló.
Cuando este medio le consultó ayer cuán cerca se está de una cura definitiva de la enfermedad, contestó: “Siempre digo lo mismo, no soy Dios, no sé, los científicos no conocen los plazos de los descubrimientos. Lo que sí sabemos es que hoy existen los conocimientos suficientes -científicos y de observación- que dicen que es posible tener personas que van a ser tratadas durante un cierto tiempo, van a poder dejar el tratamiento, vivir con el virus, un virus que va a ser muy bien controlado, y van a seguir bien sin recibir tratamiento y no van a transmitir tampoco a los demás.
Esto sí es posible”.
En cuanto al estado de situación de Argentina respecto a la enfermedad, la premio Nobel advirtió del “atraso de la implementación de los test rápidos”. “Aquí me enteré de que la utilización de los autotest todavía no estaba autorizada en Argentina, pienso que esto va a necesitar una evolución”.
Y agregó: “Desgraciadamente hay una epidemia consecuente en la población homosexual que necesita aquí, como en otras partes del mundo, entenderse mejor el riesgo para encontrar un mejor método en estas poblaciones”.
Para Barré-Sinoussi aún no es momento de implementar el “test sistemático de toda la población” porque aún existe la discriminación y estigmatización sobre la enfermedad. En cambio, plantea que “hay que preconizar los test sistemáticamente voluntarios”.
Además, abogó para que éstos puedan realizarse en asociaciones y no sólo en centros de salud. “Es mucho más simple para poblaciones vulnerables ir a hacer un test a una asociación que ir a un medio hospitalario a hacércelo”, dijo.
Contó que hace dos años, en Francia, la ministra de Salud había recomendado que todos los médicos generalistas propusieran sistemáticamente un test de HIV a todos los pacientes que fueran a verlos por cualquier otra patología.
Desgraciadamente, dos años después, observa que hay una gran mayoría de estos galenos que no han seguido estas recomendaciones. “Personalmente me parece insadmisible, los médicos tienen una responsabilidad. Antes de pensar en un test obligatorio, pienso que primeramente hay que encontrar otras formas, otros medios, para ir hacia el test sistemáticamente voluntario”, insistió.
Para la especialista, el voluntariado -y no la obligación- permite responsabilizar a las personas.
“Sé que en Argentina se decidió hace poco hacer sistemáticamente el test en mujeres embarazadas y eso es un progreso porque es inadmisible hoy que una mujer que esté infectada con HIV no esté bajo tratamiento y aún siga teniendo riesgo de dar a luz a un hijo teniendo esta enfermedad”.
Solidaridad mundial
En otro tramo de la confrencia se refirió a los momentos previos a su descubrimiento mundial junto a un equipo científico. “Estaba en un período particularmente trágico, yo no pensaba en los sentimientos personales, había gente que se estaba muriendo, personas jóvenes, en condiciones absolutamente terribles, entonces el único sentimiento que teníamos los investigadores, al igual que todo personal médico, era actuar lo más rápidamente posible, era como una carrera contrareloj y sin embargo, en esa época, no imaginabamos la amplitud de esta epidemia. En Francia había unos 50 casos y no se imaginaba que iba a haber multiplicación de esta epidemia en Francia y en otros continentes”, relató.
Un año y medio después del hallazgo, cuando estuvo en África, pudo medir la tragedia que se estaba viviendo en el mundo. “Vi cantidades de gente que se moría y las farmacias estaban vacías, en esa época no había nada para tratarlos ni para ayudarlos a morir en paz. En ese momento hubo un impulso de solidaridad mundial muy fuerte. Las crisis tienen consecuencias extremadamente nefastas pero por otro lado, cuando uno está frente a una crisis, uno se reúne y el sida fue eso, una ayuda muy fuerte entre unos y otros para responder a una crisis sanitaria”, concluyó.
