La semana próxima, durante la visita de funcionarios brasileños a Buenos Aires para una cumbre comercial, el gobierno de Lula podría aceptar autolimitar sus exportaciones hacia Argentina. Con ello se daría por terminado el conflicto bilateral que surgió a partir de las trabas que el Ministerio de Producción local le impuso al ingreso de productos de ese país.
Fuentes del ministerio de Desarrollo e Industria del país vecino aseguraron que ese sistema se negociaría entre las firmas brasileñas y argentinas para establecer cupos – que contarían con el aval de ambos gobiernos – a las ventas de bienes en sectores como el calzado, textiles, línea blanca y metalúrgico, entre otros.