ESCUCHARHace unos meses se firmó un convenio histórico entre el gobierno nacional y referentes del sector foresto industrial a partir del cual 10% de las viviendas sociales se podrán construir con sistemas de construcción con madera. Según la Cámara Argentina de la Madera, la construcción con madera podría contribuir con unas 50 mil viviendas extras por año ayudando a reducir el déficit habitacional, principalmente por la velocidad de ejecución de obra.
A fines de septiembre se firmó un histórico acuerdo en la Casa Rosada entre los representantes de las cámaras y asociaciones que representan el sector privado de la foresto industria argentina y funcionarios del Gobierno, con el fin de contribuir en forma positiva a resolver uno de los problemas crónicos del país: su déficit habitacional.
“El Convenio firmado por el Gobierno nacional, entre los ministros de Agroindustria, Interior y Desarrollo Productivo, más varios secretarios de diversas áreas, tales como Industria, Vivienda, Finanzas, etcétera transmite la decisión oficial de poner en un pie de igualdad la llamada construcción tradicional con la hasta ahora multinominada vivienda prefabricada, industrializada, panelizada y mil denominaciones, una más degradante que la otra, hasta recalar en la que más se ajusta a su origen y características: ‘vivienda sustentable’. La decisión mencionada se refiere a que en cada licitación oficial debe reservarse diez por ciento del volumen para las viviendas con madera”, expresó a El Inversor y la Construcción Osvaldo Vassallo, presidente de la Cámara de la Madera de Argentina (Cadamda)
Tal como mencionó el directivo, del acuerdo participaron los ministros del Interior, Obras Públicas y Vivienda, Rogelio Frigerio; de Agroindustria, Ricardo Buryaile, de la Producción, Francisco Cabrera, y de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Sergio Bergman, entre otros funcionarios y representantes de organismos nacionales. También estuvieron presentes las cámaras y asociaciones que representan al sector privado de la foresto-industria argentina.
Durante el encuentro se dejó claro que la foresto-industria es una cadena de valor que tiene un efecto multiplicador desde la semilla, la plantación, la resina y todos sus derivados, el manejo forestal, la cosecha de rollos, el destino de rollos finos para celulosa y papel y de rollos para madera aserrable, el aprovechamiento de desperdicio como chip y viruta para generación de energía renovable, así como también las maderas y molduras destinadas a la construcción y viviendas con madera y muebles, entre otros usos.
En el caso específico de la construcción con madera, se consideró que el país cuenta con un gran potencial para colaborar en la reducción del déficit habitacional debido a su velocidad de respuesta, la capacidad disponible del recurso forestal y el procesamiento industrial, que permite dinamizar el empleo y las economías regionales.
De este modo, también se agrega valor a la materia prima proveniente de bosques cultivados como también se perciben claros beneficios ambientales, económicos y constructivos de los sistemas utilizados.
Respecto de la madera en comparación con materiales utilizados tradicionalmente en la construcción, se especificó que es un material renovable, reciclable y carbono neutro.
Esto contribuye con la mitigación del cambio climático y -a su vez- con calentamiento global, siendo el material de menor demanda energética para su fabricación.
Debido a su capacidad aislante superior a la de cualquier material de uso tradicional en el país, promueve un bajo consumo energético que implica ahorro para el usuario y la sociedad, en un contexto energético deficitario.
“Estamos convencidos de que es un acuerdo histórico para nuestro sector y también para la sociedad”, destacó Vassallo.
“Los sistemas de construcción con madera son los más utilizados en el mundo y su popularidad es más grande, aun en países desarrollados. Materiales de última tecnología hacen que estas viviendas tengan una gran eficiencia energética, tengan menos mantenimiento que una construcción húmeda y -además- una alta longevidad, entre otras ventajas”, agregó.
“La madera cuenta con una gran resistencia estructural con relación a su peso, con un óptimo comportamiento antisísmico; posee una buena resistencia ante el fuego, es durable, estética y cálida”, agregaron desde la entidad.
Según la Cadamda, la construcción con madera podría contribuir con unas 50 mil viviendas extras por año, ayudando a reducir el déficit habitacional, principalmente por la velocidad de ejecución de obra.
En este sentido se calcula que la construcción de una vivienda de unos 60m2 con construcción húmeda demanda unos ocho meses; en cambio, con sistemas de construcción con madera, los plazos bajan a tres meses en promedio.
Mesa de la Construcción
En el marco del acuerdo, se conformó oficialmente la Mesa de la Construcción con madera nacional.
“El principal objetivo de esta Mesa de la Construcción fue agrupar a la mayor cantidad de productores de viviendas para hacer un relevamiento de posibilidades y necesidades, así como decirles a los fabricantes de casas que sus viviendas van a tener financiación (viejo anhelo), se les mejorará el acceso a licitaciones oficiales, pero va a haber que no repetir errores del pasado con la calidad del producto que se entrega”.
En este aspecto, Vassallo remarcó que “hace 40 años o más, Argentina incursionó en el tema, pero entre que las materias primas (tirantes, tablas, selladores, etcétera) no respondían a ninguna normativa nacional -tal vez inexistente- y cuánto peor a una norma internacional, a lo que se le debe adicionar la falta de profesionalismo que derrocharon nuestros constructores, más propensos al «lo atamos con alambre» que a hacer algo dentro de la mejora continua. De allí a degradar a límites bajísimos hasta casi nuestros días a la ‘prefabricada’, sólo lo separa un paso”.
Demanda asegurada
Consultado acerca de dónde planean edificar estas viviendas, el presidente de Cadamda remarcó que “el primer mercado abarca todo el país, habida cuenta de las cifras de déficit habitacional que barajan tanto instituciones públicas como privadas, las cuales oscilan entre tres millones quinientas mil y tres millones ochocientas mil, así que es uno de los pocos negocios que tiene demanda asegurada por muchos años”.
En cuanto a presupuesto, “depende de muchos ítemes, tales como localización volumen, características del terreno, etcétera, pero desde ya que tiene mejor promedio de predios que la mayoría de los sistemas alternativos”.
¿Qué características tendrán estas viviendas?
La llamada vivienda social en nuestro país se considera una planta mínima de 45/50 metros cuadrados, pero el sistema modular que utilizan la mayoría de los sistemas de vivienda serios permite infinitas combinaciones y múltiples diseños, porque, además, se la denomina casa con madera y no de madera, porque se permite diseñar con durlock, placa cementicia, porcelanato, etcétera.
Más allá de este fin social, ¿en qué otras áreas se recomienda la construcción de viviendas en madera?
Un par de empresas está en tratativas con estudios de arquitectura de altísimo nivel, para que, junto a diseñadores de interior, paisajistas y especialistas en landscaping, dejen volar su creatividad para demostrar, de una vez por todas que los argentinos dejamos atrás la adolescente y casi infantil preocupación de pretender ser los mejores del mundo, por el hacemos las cosas bien –
