ESCUCHAR«Las cuestiones relacionadas con la protección contra incendios deben ser tenidas en cuenta desde la etapa del diseño para que contemple las exigencias de la normativa vigente, en concordancia con el marco de seguridad para las personas y los bienes»
El incendio que se desató el 30 de diciembre de 2004 en el boliche porteño República Cromañón, durante un recital de la banda de rock Callejeros, y causó una de las mayores tragedias del país -con un saldo de 194 muertos y más de 1.400 heridos- marcó un antes y un después en la concientización y aplicación de los sistemas de protección contra incendios en los principales edificios y espacios públicos del país.
«La tragedia de Cromañón fue un hito a partir del cual las empresas toman cada vez más conciencia sobre estas normativas y asumen lo que deben cumplir, al igual que los organismos de control que exigen con mayor énfasis el cumplimiento de las leyes», expresó a El Inversor y la Construcción la arquitecta Cecilia Conte, especialista en Higiene y Seguridad y coordinadora del Instituto de Salud y Seguridad (Isase) del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Córdoba (CAPC), en el marco del curso de capacitación sobre sistemas de protección contra incendios y criterios para tener en cuenta a la hora del diseño de un proyecto, organizado por el dicha entidad.
¿Qué apreciación tiene sobre el estado de los edificios de la provincia respecto a los sistemas de protección contra incendio? ¿Y en comparación con el resto de las provincias y el país?
No tengo elementos fehacientes para responder literalmente esta pregunta. Lo que sí puedo decir es que el cumplimiento de la normativa vigente en materia de protección contra incendio va siendo objeto de exigencia de los organismos de control tanto para edificios nuevos como para el acondicionamiento de los existentes. Por ejemplo, en la ciudad de Córdoba, la Municipalidad -por medio de la Dirección de Obras Privadas- exige la intervención de la Dirección de Bomberos para brindar el Permiso de Edificación para construir nuevos edificios y el Certificado Final de Bomberos para otorgar el Final de Obra.
Del mismo modo, requiere informes técnicos de Seguridad, especialmente orientados al cumplimiento del tema de protección contra incendios, para otorgar las habilitaciones de comercios, industrias y establecimientos que brindan servicios.
También el Ministerio de Trabajo verifica, entre otros aspectos de seguridad, el cumplimiento de las condiciones contenidas en la normativa, en los establecimientos en que se desempeñan trabajadores.
Por su parte, las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (ART) también tienen un rol activo al momento de efectuar las recomendaciones a sus asegurados
Es decir, éste es un tema que se aborda desde distintos organismos y está en la agenda de seguridad de los controles con el propósito de avanzar sobre la prevención y protección de incendios.
¿Cuáles son las principales normativas sobre protección contra incendios que deben tener en cuenta al momento de emprender un proyecto?
La normativa nacional de aplicación en materia de protección contra incendio es la Ley de Higiene y Seguridad Nº 19587 y su decreto reglamentario Nº 351/79, más precisamente en su capítulo 18, y el anexo VII.
Además, son de aplicación también las disposiciones contenidas en normas IRAM relacionadas con la temática: 3528, 10005 partes I y II, etcétera.
Por otra parte, a partir de los avances de la tecnología en esta materia, en caso de no estar consideradas en la legislación nacional mencionada, se toman referencias de normas internacionales, como la emanada de la NFPA (National Fire Protection Association, Asociación Nacional de Protección contra el Fuego).
¿Cuáles son las últimas tecnologías disponibles para la extinción de fuegos?
Extinción a base de gases inertes, no solamente en matafuegos (extintores manuales o portátiles) sino también en sistemas fijos de extinción.
Más allá de disponer de estos medios de extinción eficaces, queremos poner énfasis en las decisiones a tomar desde la primera etapa de diseño, que tienen que ver con las características constructivas, las superficies según los destinos que tendrán esos locales y la selección de los materiales, entre otros, prefiriendo los que se comportan mejor durante el siniestro, puesto que tardan más en inflamarse y permanecen más tiempo manteniendo sus propiedades sin deformarse, por sólo mencionar algunos con lo que optimizaremos la prevención de inicio de fuegos.
¿Cuáles son las principales causas que originan los incendios en un edificio?
Según las estadísticas, en general, las dos causas principales de los incendios tienen que ver, en primer lugar, con los desperfectos eléctricos, originados en la sobrecarga de las instalaciones eléctricas. Es decir, instalaciones originalmente diseñadas, calculadas y dimensionadas para un determinado consumo que se sobrecargan enchufando más artefactos y equipos que aumentan la demanda de consumo. A partir de ello se recalientan los cables y puede producirse un cortocircuito. Éste se manifiesta como un «chispazo» que, de ocurrir en proximidad de materiales combustibles, son el origen de un incendio.
Otra de las causas más frecuentes son las llamas abiertas en proximidad a materiales combustibles como colillas de cigarrillos arrojadas mal apagadas a papeleros y recipientes de residuos; agarraderas o repasadores junto a la hornalla encendida de la cocina; estufas de quemadores expuestos cerca de camas, percheros o tendederos de ropas; velas encendidas sobre muebles de madera, en proximidad a cortinas, planchas para la ropa o el pelo olvidadas enchufadas sobre los colchones o mantas; entre otras.
¿Qué aspectos técnicos se deben tener en cuenta para el diseño y la seguridad contra incendio?
Las cuestiones relacionadas con la protección contra incendios deben ser tenidas en cuenta desde la etapa del diseño para que éste contemple las exigencias de la normativa vigente, en concordancia con el marco de seguridad para las personas y los bienes.
Entre las cuestiones generales a considerar se encuentran los materiales elegidos, en especial los que conforman las vías de evacuación, donde se prefieren los que son incombustibles o -de lo contrario- se deben hacer las previsiones de los tratamientos ignífugos que retarden la inflamación de estos materiales. También los anchos mínimos de salidas, el sentido de apertura a favor de la circulación en la evacuación de las puertas de las vías de evacuación. La exigencia de configurar cajas de escaleras que facilitan la evacuación a través de un espacio estanco para los humos. En otras palabras, aspectos estructurales que, de no haber sido considerados desde el comienzo del proyecto, dificultan su adecuación posterior.
Además, y entrando a las particularidades de los distintos usos o destinos que tendrán los edificios proyectados, se deberá tomar conocimiento de las condiciones específicas de situación, construcción y extinción contenidas en el Cuadro de Protección contra Incendios de la normativa nacional vigente. No es necesario que un profesional del diseño sea especialista en protección contra incendio, en una primera etapa puede partir de estas concepciones básicas, y se sugiere la consulta con un profesional especializado en la materia para lograr medidas de seguridad integradas desde la etapa de diseño.
¿Qué instalaciones se recomiendan para la detección, extinción y control de la propagación de incendios?
Dependiendo del uso y de las superficies afectadas a esas distintas actividades serán distintas las exigencias de las instalaciones de protección contra incendios.
Los medios de protección destinados a la detección de humos son eficaces para tomar conocimiento del comienzo del siniestro en forma temprana y de ese modo poder actuar rápidamente en el comienzo de la extinción, controlando básicamente la propagación del fuego.
Se encuentran numerosos modelos disponibles en el mercado, pero en general se trata de instalaciones de señales débiles, de bajo voltaje, similares a los sistemas de alarma contra robo. Constan de una central con zonas que permite identificar la ubicación del conato, los detectores propiamente dichos, los avisadores manuales de incendio y las alarmas fono-luminosas.
Además, podrán estar sincronizados para poner en servicio otros equipos, por ejemplo, los presurizadores de cajas de escalera que pueden disparar llamadas de emergencia a bomberos, policía o al propietario, con los que se activan precozmente los mecanismos de control del fuego.
Existen también detectores de gases (para detectar fugas de gases o los resultantes de mala combustión, usados en cocinas o recintos donde se encuentran artefactos alimentados con combustibles gaseosos) y detectores térmicos. Combinados se usan en estacionamientos cubiertos.
¿Qué porcentaje del costo de una obra implica un sistema de protección contra incendio?
Según la complejidad de las instalaciones que requiera un establecimiento según su uso y superficie, oscilarán entre valores insignificantes respecto del monto de obra (para el caso en que sólo se requieran extintores portátiles, cartelería e iluminación, hasta montos que pueden variar entre 1,5 y tres por ciento del monto de obra (cuando se requieren instalaciones fijas con reservas de agua para uso exclusivo de la extinción, cuadros de bombas especiales, cañerías y llaves hidrantes y rociadores). Son valores referenciales aproximados, que dependerán de distintos factores (tipo de instalación, calidad de los dispositivos y equipos, distribución en los espacios a proteger, etcétera.
