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Dos tercios de las pequeñas y medianas creen que es un “mal momento”. La UIA dice que las firmas están preocupadas, principalmente, por la inflación en dólares
Las pequeñas y medianas industrias recompusieron durante el primer trimestre sus principales ecuaciones económicas al nivel previo a la crisis, pero la mayoría no tiene previsto hacer inversiones por falta de confianza. Ésa es la principal conclusión de la encuesta sobre coyuntura de las pymes industriales elaborada por la Fundación Observatorio Pyme (FOP), cuyos datos fueron presentados por el secretario de la Unión Industrial Argentina (UIA), José Ignacio de Mendiguren, y el director de la FOP, Vicente Donato.
De acuerdo con el estudio, en abril pasado la confianza de los empresarios en la economía alcanzó 47,2 puntos, luego de haberse derrumbado hasta 27,2 puntos en noviembre de 2008.
No obstante, luego de una recuperación importante desde agosto de 2008, sólo 34 por ciento de los encuestados considera que es un “buen momento” para invertir y 66 por ciento dice que es un “mal momento”.
En este marco, De Mendiguren indicó que las pymes ven con desconfianza “cuando se está generando inflación en dólares”, lo cual -advirtió- “se parece a una película que ya conocemos”.
“Lo que a uno lo deja preocupado es cómo vamos a resolver esto. Como no hacemos plan para desalentar las expectativas inflacionarias, el anclaje es cambiario y como se presupone que la inflación va a ser fuerte, entonces esto hace que uno espere”, explicó el secretario de la UIA y presidente de FOP.
El empresario rechazó lo que considera “dosis homeopáticas” para contener el alza de los precios y reclamó la puesta en marcha de un plan «en que se vea que convergemos a tasas de un dígito anual hacia 2012».
Por otro lado, Donato indicó que “hay un tema de confianza que es normal en momentos de cambio de ciclo”. “Además, se suma que hay un clima político de debate”, indicó Donato al explicar los problemas que presentan los empresarios para invertir.
“Aguantan”
La mayoría de los datos deberían indicar que las pymes tendrían que estar planeando desarrollo de inversiones para incrementar su capacidad productiva, pero por el momento sólo “aguantan” con lo que tienen.
Según la encuesta, hacia el primer trimestre las empresas tienen 75 por ciento de capacidad productiva ocupada, lo que se considera ya un máximo, con expansión de la demanda y un freno en el proceso de achicamiento de planta de personal.
Cuarenta por ciento advierte que subirá la demanda de los productos que vende, 12 puntos más que en el trimestre anterior, y 33 por ciento espera incrementar sus exportaciones, 10 puntos más que en el tercer trimestre de 2009. Sin embargo, 73 por ciento de las empresas dice que no va a incrementar su dotación de personal, lo que implica más horas extra.
Según dijo Donato, luego de la crisis “las empresas son 10 por ciento más chicas” y con ello van por la recuperación de la rentabilidad perdida durante el período de caída de la confianza iniciado en 2007, esto es, antes de la crisis externa.
Ieralpyme, de Fundación Mediterránea
La importancia de promover el sector informático pyme en Córdoba“Si bien en diversos estudios las pymes suelen ser caracterizadas por menores niveles de productividad y mayor grado de informalidad respecto a las grandes empresas, existen marcadas diferencias de desempeño entre las empresas de menor tamaño cuando se las compara a nivel sectorial”, explicó a Comercio y Justicia Luciano Crisafulli, economista del Ieral, de Fundación Mediterránea.
En este marco, el especialista agregó que los últimos datos publicados por la Fundación Observatorio Pyme -respecto al nivel de crecimiento de las empresas según actividad productiva- revelan que las pymes correspondientes al sector de software y servicios informáticos (SSI) presentan mayores tasas de crecimiento y menores niveles de estancamiento respecto al resto de las pequeñas y medianas empresas, en un contexto de expansión económica como el actual.
Más aún, el mayor dinamismo de las SSI se encuentra acompañado de mayores niveles de calidad en sus procesos. Así, se observa que 37 por ciento de las pymes de este sector dispone de certificación ISO, siendo este porcentaje de 17 por ciento para las industriales, 11 por ciento para las comerciales, 9 por ciento para las de servicios para la producción y de 5 por ciento para las pymes del sector de la construcción.
“El mayor dinamismo de las pymes SSI y la mayor productividad que presentan respecto al resto, sugiere la conveniencia de contar con una significativa participación de actividades del sector informático y actividades conexas en la estructura productiva de Córdoba”, recomendó el especialista.
En este sentido, cuando se observa la distribución geográfica en territorio nacional de este tipo de empresas, completó Crisafulli, se tiene que 76 por ciento de las pymes SSI se concentran en el Gran Buenos Aires, mientras que el 24 por ciento restante se dispersa en el país. “Ello sugiere la necesidad de generar políticas que complementen a las existentes con la finalidad de atraer mayores inversiones del sector del software y servicios informáticos”, finalizó Crisafulli.
