ESCUCHARPor Salvador Treber
En nota del pasado 6 de octubre se analizó su evolución hasta el fin de tercer trimestre de 2017 y mediante esta nota se procede a exponer lo sucedido en los tres últimos meses del año precedente y a analizar la forma en que se cerró dicho ejercicio.
El décimo mes de dicho año aportó $219,7 miles de millones que superaron en 31,4% a lo ingresado en idéntico mes de 2016. De esa forma el acumulado del referido lapso llegó a $2.118,9 miles de millones, lo que exhibe también un incremento interanual de 31,4%. En cuanto al destino, la Administración Nacional fue receptora de $865,5 miles de millones, que en este caso es sólo 28,9% mayor que en el año precedente y que explica las múltiples dificultades que afrontó por entonces la Tesorería General de la Nación; mientras las Contribuciones de Seguridad Social percibían $563,6 miles de millones, superando la del año anterior en 30,8% y fue girado a las provincias $615,7 miles de millones que exceden en 35,2% lo girado un año atrás.
Si se analiza en función de los tributos que conforman tales importes, con amplitud el impuesto al Valor Agregado (IVA) es el que aporta la mayor cifra, con $69,5 miles de millones que representan 41% con respecto al año precedente, y en el transcurso de los diez meses, totalizó un acumulado de 619,1 miles de millones (30%). En segundo lugar aparecen los Aportes Personales más las Contribuciones Patronales con $58,3 miles de millones (31,2%) y un acumulado de $567,7 miles de millones (31,4%), y -en el tercero- el impuesto a las Ganancias, que en octubre aportó $48,8 miles de millones (36,7%) y $454,5 miles de millones (28,8%) en el transcurso de diez meses.
Debe tenerse muy en cuenta que en ese terceto, en conjunto concretaron el ingreso de 77,4% del total general. En cuarto lugar, aunque muy distanciado, se ubica el impuesto a Créditos y Débitos en Cuenta Corriente, con $14,2 miles de millones (26,5%) y $139 miles de millones (30,8%) tras diez meses. El quinto puesto lo cubren los impuestos al Comercio Exterior, con $10,8 miles de millones y un acumulado de $115,7 miles de millones; pero debe advertirse que el que recayó sobre las exportaciones fue inferior en -18% al de octubre 2016 mientras el acumulado tuvo idéntica tendencia aunque en menor medida con un porcentaje de -7,4%. En el sexto se ubican los tres impuestos que gravan los combustibles, los cuales rindieron $8,6 miles de millones y $82,3 miles de millones para el período enero-octubre.
Dado que estos tres últimos en el acumulado representan un escaso 12% y que sumados a los cinco primeros cubren 93,3% del total general, debe insistirse en revisar la vigencia a una veintena de otros microimpuestos de escasa significación y rendimiento que en conjunto aportan apenas 6,7%. No constituye un esquema adecuado y, en cierta medida, significa una poco racional dispersión de esfuerzos que debilita la gestión de contralor en cuanto al grado de cumplimiento de los seis principales precitados.
Los números del undécimo mes de 2017
En este caso lo recaudado ascendió a $224,5 miles de millones, lo que implica un incremento interanual de sólo 23,1%, el menor hasta ese momento, y apenas 2,2% al mes precedente, lo cual pone en evidencia el retroceso relativo operado en dicho mes en el año.
Pese a ello, el acumulado de los once meses transcurridos llegó a $2.343,4 miles de millones que, en el habitual cotejo interanual, superó al de 2016 en 30,6 %. Resulta obvio que semejante performance produjo decepción, preocupación y algo de escepticismo en las esferas oficiales.
En cuanto al habitual triple destino jurisdiccional final, a la Administración Nacional le correspondió $89,1 miles de millones que superó en un magro 10% a lo receptado en igual oportunidad del año anterior y que, a moneda de valor constante, implica un sensible retroceso (-8,4%).
La cifra mayor fue la girada a al conjunto de jurisdicciones intermedias (provincias y Ciudad Autónoma de Buenos Aires) que percibieron $68,3 miles de millones (38,2%) y -en tercer término- los fondos afectados a financiar las contribuciones de seguridad social que recibieron $58,4 miles de millones (30,7%). Según el acumulado de los 11 meses, los fiscos intermedios son los más favorecidas pues exhibieron el mayor incremento, con 35,4%. En segundo término, la seguridad social, con 30,7% (522 miles de millones), seguida con un aumento interanual de 26,9% por las transferencias a la Administración Nacional, pese a que en términos absolutos sumen $954,6 miles de millones.
Como es habitual, en forma individual el IVA aportó en noviembre pasado la mayor cifra, con $74,3 miles de millones, que representan 33,1% de total general; a continuación los Aportes Personales y Contribuciones Patronales con 59,6 miles de millones, 26,6% del total y a cierta distancia le sigue por el mal llamado impuesto las Ganancias, que llegó sólo a $47,4 miles de millones que implica un porcentaje de 21,1%. Ello significa que los tres precitados instrumentos recaudatorios aportaron en conjunto durante el mes de noviembre pasado 80,8% de total.
Si se suman el impuesto sobre Créditos y Débitos -que recaudó $16,2 miles de millones- y los impuestos al Comercio Exterior que aportaron otros $11,3 miles de millones se llega a 93,4%. Vuelve a dejar muy al descubierto, como ya se ha expuesto, la absurda política de mantener una veintena de minitributos que apenas cubren en conjunto 6,6% del total general. Tanto en Estados Unidos como en los principales países europeos y Japón el tributo que recae sobre los ingresos netos (equivalente a nuestro impuesto a las Ganancias) genera recursos equivalentes a no menos de nueve por ciento del PBI; mientras en nuestro país lo hace apenas en una tercera parte, razón por la cual debe reconocerse que está mal legislado y peor administrado.
Por lo tanto, cualquier reforma seria deberá ser encarada en forma integral y no mediante “retoques parciales” como ha sido siempre a partir del año 1963. Por el contrario, se ha optado por mantener vigente el impuesto a los Créditos y Débitos Bancarios que a fin del año 2017 cumplía su vigencia decenal, que según lo estatuye la Constitución Nacional en el inciso c) de artículo 75º debe ser “transitorio” y ello debiera inhibir al Gobierno Nacional para ampliar ilegalmente su aplicación, incluso sin considerar coparticipación alguna del mismo que hasta ahora ello se verificaba en un 30% de su recaudación. Seguramente la extensión del tributo al total del impuesto a las Ganancias, hasta fin de 2017 sólo el 64% era coparticipable, pretende ser la forma de lograr la aquiescencia de las Provincias.
Diciembre y el cierre del ejercicio 2017
La tendencia regresiva se acentuó en el último mes del año, que solía ser el más productivo, pues respecto al mismo mes del año precedente se acentuó la baja en tal forma que lo recaudado fue inferior en 14,6% en su cotejo interanual con $235,2 miles de millones.
Tal circunstancia ha incidido en que el total del año 2017 llegar a sólo $2.578,7 miles de millones, cifra que superó en un 24,6% la del año atrás. Dado que el índice oficial de desvalorización monetaria ni siquiera cubre integralmente ese factor pues según el organismo oficial el mismo fue de 24,8%; pero para las entidades privadas especializadas llegó a 27,4%.
Llama mucho la atención que varios tributos menores, identificados como Otros Impuestos, en diciembre pasado hayan caído hasta en -98,6%. De tal forma en los administrados por la DGI hubo una merma interanual de -31% que contrasta con la DGA donde registra un incremento de 24,8%. En tales circunstancias, en el mes de diciembre, la Administración Nacional percibió apenas $93,3 miles de millones, que implican una reducción interanual de -44%; mientras el conjunto de provincias recibió $72,3 miles de millones (33,8%) y las Contribuciones Seguridad Social $58,7 miles de millones (30,8%). Por lo tanto, nuevamente la Tesorería fue perjudicada por las bajas mencionadas.
En cuanto al total del año 2017, la misma distribución tripartita exhibe una situación semejante pues la Administración Nacional recibió $1.047,9 miles de millones (14%); las Provincias $756,6 miles de millones (35,4%) y el Sistema de Seguridad Social $689,7 miles de millones (30,7%). También es singular el incremento de recursos “no presupuestarios” que en el transcurso de doce meses acumularon $93.4 miles de millones, sin que se haya hecho mención alguna de su destino.
Si se encara el análisis anual de cada instrumento tributario, tal como suele ser de rutina, el IVA es el más productivo pues aportó $765,4 miles de millones que significan 29,7% de total general. Siguen los Aportes Personales y Contribuciones Patronales que, en conjunto, aportaron $686,9 millones, 26,6% del total y en tercer término el impuesto a las Ganancias, que sumó $555,1 miles de millones, 21,5%. En consecuencia, entre estos tres instrumentos se ha obtenido 77,8% del total recaudado en el ejercicio. Si se agregan el Impuesto sobre Créditos y Débitos Bancarios que figuran con $172,8 miles (6,7%) y los impuestos al Comercio Exterior que aportaron $136,8 miles de millones (5,6%), se se llega a 90,1% de lo percibido; lo cual reitera la evidencia de la falta de racionalidad que prima en ese aspecto pues una veintena de muy menores tributos cubren apenas el 9,9% restante.
Si se verifica lo sucedido en enero del presente año se comprueba que la tendencia descendente continúa pues se recaudaron $262 miles de millones, que es apenas 23,9% superior al registro de enero de 2017. Una vez más aparece como la más problematizada la Administración Nacional, que percibió $93,6 miles de millones, cifra con la que sólo se supera la correspondiente a la de un año atrás en un magro 10,4%; que habrá provocado serios problemas e impulsado a abusar del endeudamiento, lo cual es harto peligroso.
No sucedió lo mismo con las provincias, pues éstas recibieron $78,4 miles de millones que implica 36,9% respecto un año atrás. En una situación intermedia se mantuvo lo destinado a las Contribuciones Seguridad Social que con $81,3 miles de millones que implican un crecimiento interanual del 26,6%. Es obvio que los números en esta materia en el inicio de 2018 auguran una dura y comprometida problemática.
