ESCUCHARAunque la utilización de esta herramienta a través de los dispositivos móviles es aún incipiente en el continente, un estudio afirma que se incrementará por su rapidez, seguridad y comodidad en los mercados emergentes.
El uso del m-commerce, también conocido como la capacidad para gestionar actividades financieras utilizando dispositivos móviles, podría duplicarse en América Latina.
Así lo reveló el nuevo informe del Ericsson ConsumerLab, que analizó las actitudes hacia el m-commerce en los mercados emergentes de América Latina, África y Asia, demostrando que aunque el uso de éstos aún es bajo, tiene el potencial de duplicarse en países como Argentina, Brasil y México.
Si bien estas herramientas ya están siendo utilizados en diversos lugares del mundo, según el estudio, muchos todavía piensan que no es completamente seguro o está dirigido a las personas con ingresos más altos.
El comercio móvil puede definirse como la capacidad de gestionar actividades financieras utilizando un dispositivo móvil para movilizar dinero, pagar facturas y comprar bienes y servicios. Está comprobado que ayudan a incrementar la inclusión financiera de los consumidores en los mercados emergentes, en donde ya hay una rápida adopción de dispositivos móviles personalizados y el uso de los servicios móviles en general. Al mismo tiempo, está demostrado que en estas regiones sólo una minoría de la población tiene una cuenta bancaria.
“La mayoría de la población de América Latina (61%) no está incluida en el sistema bancario y casi la mitad de la fuerza laboral está empleada informalmente y el dinero en efectivo es el método más frecuente de pago, lo que genera una preocupación generalizada por la seguridad”, enmarcó Diana Moya, directora de ConsumerLab para Latinoamérica.
El estudio reflejó que los principales motivadores para adoptar estos servicios financieros móviles en estos mercados son la comodidad, la rapidez y la seguridad añadida de no llevar dinero en efectivo.
En países como Argentina, Brasil y México, el uso actual en pagos móviles es de 21%, pero podría llegar a más de 40%, según la positiva actitud hacia este tipo de servicios. Lo mismo pasa con las transferencias de dinero y el pago de facturas: su potencial de crecimiento es el doble.
