Tener un celular en la cárcel no amerita sanción

Un juez bonaerense determinó que la posesión de un teléfono móvil no implica perturbación del orden ni la disciplina ni facilita la comisión de delitos. [privado] Un juez de Ejecución de Necochea revocó la sanción de 10 días de aislamiento que se le impuso a un preso al quien se le encontró un celular en su celda. El magistrado entendió que esa posesión no era un elemento de “perturbación del orden y la disciplina” ni que facilitara la comisión de delitos o quebrantara la seguridad del establecimiento. Así, dejó sin efecto la medida que aplicó la autoridad penitenciaria por infracción al régimen de ejecución penal bonaerense. Según el sentenciante, Mario Juliano, el recluso supuestamente infringió el deber de "abstenerse de toda perturbación del orden y la disciplina", pero consideró que en la causa no hubo transgresión alguna que ameritara castigo. Juliano se opuso a los argumentos esgrimidos por el director de la Unidad Penitenciaria respecto del peligro que causaba la portación del teléfono, ya que era una “vía de comunicación al exterior que hacía vulnerable la seguridad del establecimiento”. No obstante, el juez recordó que la conducta reprochada no estaba prevista de modo expreso y que tampoco se probó que tuviera una “exteriorización idónea” para poner en riesgo las situaciones previstas en las normas que se mencionaron afectadas”, lo que hacía exceder “límites insoslayables para la punición”. “La posesión de un celular no se encuentra estrictamente tipificada en la normativa como configurativa de una falta sancionable, lo que por sí solo fulminaría el procedimiento disciplinario realizado por la atipicidad de la conducta”, sostuvo. Criterio “Pretender que la posesión de un artefacto móvil sirva como elemento de “perturbación del orden y la disciplina” o que facilite la comisión de delitos o quebrante la seguridad del establecimiento no son conclusiones que puedan ser presumidas iure et de iure, sino que requieren de pruebas que lo demuestren”, resaltó Juliano, quien finalmente razonó que, con el criterio de la Administración, también se deberían prohibir los artefactos fijos en las penitenciarías. [/privado]

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