Multa por negar la firma que se hizo en un pagaré

La Cámara observó que la conducta dilatoria de la demandada configuró el supuesto legal que autorizó la sanción de $ 5.000 a favor del actor [privado] Con sustento en el hecho de, sin razón valedera alguna, haber negado la accionada que era su firma la inserta en el pagaré presentado para ejecutar por el actor, la Cámara Civil y Comercial de 6ª Nominación de Córdoba confirmó la sanción derivada del artículo 83 del Código Procesal Civil (CPC) aplicada por el juez de primera instancia a la demandada, debido a que su accionar estuvo dirigido a entorpecer y dilatar la conclusión del juicio. El tribunal integrado por Alberto Zarza, Silvia Palacio de Caeiro -autora del voto-y Walter Adrián Simes, al analizar la apelación presentada por la demandada Vanesa Rodríguez, precisó que “el art. 250 del C.P.C. dispone: ‘El litigante que insinceramente negare su firma será pasible de las sanciones previstas en el art. 83’"; infirió que “el hecho de haber negado la accionada al contestar la demanda la firma inserta en el documento pagaré, desconociendo a su vez la deuda y el contenido del documento, permite inferir que la estrategia defensiva utilizada lo fue sólo con fines dilatorios”, y subrayó que “las conductas señaladas autorizan a tener por configurada una conducta reprochable”. En ese sentido, argumentó la Cámara que “el propósito del legislador ha sido el de reprimir con mayor severidad y eficacia los casos de inconducta procesal”, y ejemplificó en “la utilización de remedios y recursos procesales sin razón valedera, la articulación de incidentes cuya improcedencia sea manifiesta, la oposición sistemática a cualquier resolución judicial”. Asimismo, consideró el tribunal que “la sanción del art. 83 del CPC no es aplicable a cualquier desconocimiento”; señaló que “para su procedencia requiere una conducta insincera, engañosa o mendaz”; determinó que “la conducta desplegada por la demandada Rodríguez en autos, encuadra en la norma citada, configurándose un proceder malicioso, temerario, dilatorio y perturbador, desde que frente a la demanda de autos por cobro de tres pagarés, opuso la excepción de falsedad, fundando su defensa en que las firmas insertas en los mismos no le pertenecían” y resaltó que “tal accionar se revela cuando el perito calígrafo oficial concluye que la firma obrante en los documentos pertenecían a la señora Vanesa Ana Belén Rodríguez, siendo por lo tanto auténticas”. Circunstancias Además, se sostuvo que “no empece a tal conclusión, las circunstancias aludidas por la ejecutada en torno al aprovechamiento del actor, quien relata fuera su pareja”, pues “tales consideraciones resultan defensas causales ajenas al marco del juicio ejecutivo”, y destacó que “en el escrito de expresión de agravios la accionada reconoció su obligación de pago, independientemente de dicha circunstancia”. Por todo lo expuesto, en el fallo se resolvió “rechazar el recurso de apelación intentado”. Autos: “PERALTA, ARNALDO HECTOR C/ RODRIGUEZ, VANESA – EJECUTIVO POR COBRO DE CHEQUES, LETRAS O PAGARES – RECURSO DE APELACIÓN (Expte. N° 2515928/36) [/privado]

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