La deuda por alquileres la debe pagar la excónyuge

Con base en que la sentencia de divorvico fue inscripta con anterioridad al contrato de locación que generó la deuda motivo del juicio, eximen al tercerista de las obligaciones sobre el inmueble. [privado] Al tener en consideración que la sentencia de divorcio fue inscripta ante el Registro Civil antes de que se celebrara el contrato de locación que generó la deuda por la cual se embargó el inmueble, la Cámara 2ª Civil, Comercial, Familia y Contencioso-administrativo de Río Cuarto hizo lugar parcialmente a la tercería de mejor derecho planteada por el exmarido de la titular dominial respecto de la vivienda que fue asiento conyugal, que fue embargada por alquileres adeudados por la exesposa del tercerista. En sus fundamentos, el fallo estimó que en el caso el ejecutante no puede considerarse acreedor de buena fe, pues “si la persona demandada en los autos principales revestía la condición de divorciada al momento de vincularse contractualmente con el actor y esa circunstancia (debidamente inscripta en el registro respectivo) tiene directa repercusión respecto del bien que, cabe suponer, el locador tuvo en consideración al efectuar la contratación, debió ser indagada y, si así no hubiera sido, la falta de indicación sobre el estado de familia de la locataria, con la trascendencia que el asunto tiene, hacen que, si demuestra una conducta con un nivel de displicencia que lo coloca fuera de la protección que la norma aludida consagra para los terceros”. En la tercería, el exesposo solicitó se le reconociera la totalidad de los derechos sobre el inmueble porque así lo había convenido con su excónyuge mediante acuerdo privado, pero el juzgado de origen rechazó la pretensión luego de advertir que dicho convenio no tiene fecha cierta y, por ende, no resulta oponible a terceros, como el acreedor de la mujer. En virtud de la apelación del tercerista, la citada Cámara, integrada por Daniel Gaspar Mola -autor del voto- y Horacio Taddei, revocó parcialmente lo resuelto y determinó que al apelante le corresponde 50% de los derechos sobre el inmueble cautelado, con preferencia respecto del embargante, porque el divorcio se inscribió ante el Registro Civil cuatro años antes de que se celebrara el contrato de alquiler que generó la deuda de la exesposa. Conjunción El pronunciamiento estableció que “la conjunción de los artículos 1291 y 1306 (del Código Civil -CC-), hace que sea posible afirmar que la sociedad conyugal se disuelve con la sentencia de divorcio”, por lo que “siendo así y considerando (…) que el contrato de locación que motiva las cautelares que nos ocupan fue celebrado el 8 de abril de 2011, nos damos con que al momento de la vinculación contractual entre la señora M. y el señor A., la condición de persona divorciada, era asunto ya establecido y, además, publicitado en el acta respectiva”. Asimismo, el tribunal de alzada analizó que “el acreedor ha trabado embargo sobre un bien de la locataria (…), sin (…) que se hubiera efectuado diligencia o constatación alguna (…) que permitiera conocer sobre la solvencia económica de la locataria, lo que muy probablemente hubiera hecho saber (…), que desde hacía más de cuatro años (…) su locataria se encontraba divorciada, aspecto que, es sabido -o debió serlo- repercute en la situación dominial del bien cuya ejecución pretende, desde que según el título y la inscripción respectiva (…), el mismo revestía condición ganancial (por haber sido adquirido siendo casada)”. Modificación Asimismo, el decisorio predicó que “la ‘prenda común de los acreedores’ de la cónyuge titular dominial, al momento en que se vincula contractualmente con el aquí actor (…), estaba dada por el cincuenta por ciento del inmueble a su nombre pues, si bien el dominio constaba -y consta- bajo su titularidad, también y con similar carácter (divorcio inscripto), la modificación de su estado de familia se encontraba igualmente publicitado y, en consecuencia, la armoniosa interpretación de ambas situaciones, conducen a asignar consecuencias sobre las acreencia contraídas luego de la disolución de la sociedad conyugal, desde que el divorcio que la motiva fue debidamente registrado y con anticipación a la contratación de marras”. Autos: “A. M. DE LOS A. EN SU CARÁCTER DE ADMINIST. JUDICIAL DE LA SUCESIÓN DE A. J. C. C/ M., M. PRUDENCIA Y OTRO – TERCERIA DE MEJOR DERECHO PROMOVIDA POR EL SR. C. D. B.” (Expte. 1978785)

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