Se trata del fiscal de Marcos Juárez, Ernesto Viramonte, y del camarista laboral Daniel Jorge Godoy. Ambos están acusados por mal desempeño. Mientras tanto, se giró al Tribunal de Disciplina del Poder Judicial una causa contra el juez civil de Río Cuarto José Antonio Peralta.
El Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y Funcionarios del Poder Judicial de Córdoba avanza en el proceso de destitución de dos funcionarios judiciales.
Se trata, por un lado, del fiscal de Instrucción de Marcos Juárez, Carlos Ernesto Viramonte, y, por otro, del juez de Cámara de la Sala 9° del Trabajo de la ciudad de Córdoba, Daniel Jorge Godoy. Ambos funcionarios ya fueron notificados de la apertura del juicio político y, según pudo conocer este diario, en el trancurso de abril podría comenzar al menos uno de los juicios político.
En el caso de Viramonte, se lo acusa por “mal desempeño” y “negligencia grave”. El proceso de destitución fue formulado por varias causales. Un particular acusó al fiscal de no haber impulsado una causa por doble homicidio culposo en contra de una persona que embistió con su auto, al circular en contramano, a un vehículo en el que se conducían dos ancianos, quienes perdieron la vida. Por la inacción de Viramonte la causa prescribió.
Además, se le reprocha al funcionario “omisiones” en la investigación de la muerte de un joven que, siendo trasladado en una ambulancia, murió luego de que ese vehículo volcó sobre la ruta produciéndole al paciente lesiones que derivaron en su muerte.
Por otra parte, el pedido de destitución resuelto en contra del magistrado Godoy, también por “mal desempeño”, se asienta en que este juez falló en cuatro causas en las que había intervenido, antes de haber sido designado magistrado, como abogado de una de las partes.
En estas denuncias se le cuestiona a Godoy una “conducta reprochable por evidente incompatibilidad funcional y violación del principio de imparcialidad”.
Al Tribunal de Ética
Mientras tanto, se espera que el Tribunal de Ética del Poder Judicial analice la causa que involucra al juez de primera instancia y primera nominación en lo Civil y Comercial de Río Cuarto, José Antonio Peralta.
El magistrado había sido denunciado por el entonces fiscal General de la Provincia, Darío Vezzaro, en 2010, por mal desempeño.
La destitución se pide por “distintas y reiteradas actitudes adoptadas por el magistrado en lo cotidiano de su labor judicial. Se trata de un cúmulo de comportamientos que deben ser ponderados en modo integral, como un universo conductual, que exponen una actitud desaprensiva respecto de los cometidos propios de su función”, dejó sentado Vezzaro en su denuncia.
A Peralta le atribuye concretos casos de “falta de diligencia en la tramitación de causas en las que el procedimiento respectivo y el interés comprometido imponían una especial presteza”. Asimismo, le endilga “ostensible y reiterada violación al deber de fundar lógica y legalmente sus pronunciamientos” y se advierte de que por este motivo el juez registra “un elevado y preocupante número de fallos revocados”.
En octubre de 2007, la revista El Sur bautizó a Peralta como “el juez de los milagros”, publicó que habría favorecido con sus fallos a estudios jurídicos “poderosos”, además de mencionar que acumulaba denuncias por peculado, abuso de autoridad e incumplimiento de deberes de funcionario público.