ESCUCHARLos ministros Capitanich y Tomada negaron cualquier posibilidad, aunque admitieron que algunos sectores pueden conceder tal beneficio. “No es una cuestión colectiva”, dijo el titular de Trabajo. La UIA se mostró favorable a pagarlo.
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, adelantaron hoy el rechazo del Gobierno al reclamo de gremios de un plus salarial para fin de año, al considerar que «no hubo deterioro del poder adquisitivo» de los sueldos.
Capitanich aseguró que no «existen razones objetivas» para otorgar a empleados públicos y privados un bono excepcional de fin de año, y destacó que «habrá una recuperación del poder adquisitivo» en el transcurso de este período.
Tomada rechazó que el Gobierno vaya a apoyar el pago de un bono a los asalariados, aunque reconoció que ese plus «es una práctica de algunos sectores».
El jefe de Gabinete dijo que el Gobierno no propicia esa medida «de carácter excepcional», al ser consultado sobre la decisión de gobiernos provinciales de otorgar aumentos a fin de año.
El funcionario se expresó así luego de que se conoció un bono de 2.000 pesos que otorgará el gobierno de San Luis a los empleados estatales, mientras trascendió que La Rioja evalúa una medida en el mismo sentido, al igual que reclamaron sectores gremiales para el ámbito privado.
Capitanich sostuvo que «si se toma la evolución del índice de precios al consumidor habrá seguramente en el transcurso de este ejercicio anual una recuperación del poder adquisitivo del salario y no un deterioro, por lo que no existen razones objetivas para ningún tipo de mecanismo excepcional».
El funcionario precisó, además, que «las paritarias son libres, en las cuales el Estado tiene la capacidad de homologar acuerdos en el marco de las convenciones colectivas de trabajo, en la negociación de las partes entre trabajadores y empresarios». Pero aclaró que «cuando se trata del sector público, depende de la disponibilidad de financiamiento y su estrategia salarial».
Por su parte, Tomada explicó que el bono «es una práctica de algunos sectores, con lo cual no tiene nada de extraordinario. Mientras que en algunas empresas es probable que haya estos pedidos, no pasan por negociaciones salariales». En declaraciones radiales, recordó que entre septiembre y octubre «se paga otro tramo del aumento de la negociación salarial ya pactada».
Reclamos de las centrales
La Confederación General del Trabajo (CGT) opositora y la Central de Trabajadores de Argentina (CTA) más próxima al Gobierno reclamaron hoy una compensación salarial a fin de año “para atenuar la pérdida de poder adquisitivo provocada por la inflación”, y así se opusieron al rechazo del Poder Ejecutivo de ese adicional por considerar que «no se justifica».
El líder de la CGT opositora, Hugo Moyano, denunció que para los trabajadores «sí hubo pérdida de salario» y afirmó que «la inflación que se da oficialmente es una mentira vergonzosa, un dibujo, sería estar en otra galaxia».
El secretario General de la CTA oficialista, Hugo Yasky, consideró «necesario» el pago de un bono, por entender que los sueldos están «perdiendo terreno en relación con los precios».
Ambos sindicalistas salieron al cruce de las declaraciones de Capitanich, quien dijo que este año hubo una «recuperación del poder adquisitivo del salario y no un deterioro», y que «no existen razones objetivas» para reclamar un plus salarial.
Dejan abierta la chance de que las empresas lo paguen
La UIA respaldó el reclamo gremial
La Unión Industrial Argentina (UIA) sorprendió al mostrarse partidaria de otorgar el plus salarial reclamado por las principales centrales obreras.
Su presidente, Héctor Méndez, respaldó el reclamo gremial de un adicional salarial para fin de año, al reconocer una pérdida del poder adquisitivo. El dirigente dejó abierta la posibilidad que las empresas paguen a sus empleados un bono de fin de año para compensar el impacto de la inflación sobre el salario y aseguró que el sector fabril «siempre ha tratado de resolver los problemas dando algo».
Por su parte, el secretario de la UIA, José Ignacio de Mendiguren, dijo que «los empresarios vivimos con preocupación la pérdida del poder adquisitivo del salario, porque nosotros como empresarios nacionales, lo que tenemos claro es que el motor del mercado es el salario».
Ambos dirigentes salieron al cruce de la posición oficial del Gobierno, ya que varios funcionarios consideraron que no hay deterioro del poder adquisitivo y que no se justifica el otorgamiento de un plus salarial.
