Aprovechó el contexto internacional para hacerse de moneda fuerte necesaria para cancelar los exigentes vencimientos de este año. El escenario está dado para evitar cuaquier tipo de devaluación e inyectar liquidez al mercado, en un año electoral.
Las colocaciones de deuda del Gobierno e YPF elevarán las reservas del Banco Central a casi 34.000 millones de dólares y contribuirán a tranquilizar los compromisos financieros y la política cambiaria en lo que resta del año, especulan en el Gobierno.
Economistas estimaron que las reservas de la autoridad monetaria terminarán el año por encima de US$30.000 millones, lo que puede contribuir a la tranquilidad cambiaria y empujar la desaceleración de la inflación, tras las buenas señales del mercado de esta semana.
Según cálculos privados, el Gobierno deberá pagar alrededor de US$16.000 millones, pero el retorno al mercado de deuda y los US$7.000 millones esperados por la venta de granos despejan el panorama financiero del año.
En el primer semestre los vencimientos rondan US$15.000 millones, pero Argentina ya cumplió con el pago de los US$5.900 millones del primer trimestre y entre capital e intereses restan US$9.700 millones del segundo, parte de los cuales seguramente serán refinanciados.
En el segundo semestre, el mayor pago será el Boden 15, con US$6.200 millones, más otros US$1.500 millones en el último trimestre.
Aire fresco
Las colocaciones del Gobierno y de YPF trajeron algo de aire fresco en los frentes externo y fiscal, aprovechando el “viento de cola” favorable por parte de los inversores. Se espera que en el resto del año el Gobierno vuelva al mercado, aunque con cifras inferiores y según el ritmo de los vencimientos de deuda.
Aunque las tasas pagadas resultan mucho más altas que las conseguidas por otros países de la región para plazos y condiciones similares de mercado, tanto la colocación de Bonar 2024 como la de YPF contribuyeron a reforzar las reservas por casi US$3.000 millones. Esto permitirá a la gestión mantener su estrategia de devaluación gradual y evitar un shock de depreciación del peso, según muchos especialistas privados, que antes la proyectaban como inevitable.
La perspectivas de un buen nivel de reservas ayudarían a consolidar la proyección de que el Gobierno llegará a las elecciones con una economía en buen nivel de actividad, con alto consumo por la recomposición del poder adquisitivo de los salarios gracias a las paritarias y una mejor contención de los precios.
Dólar ahorro y turismo, demandantes
Lo que termina siendo un dolor de cabeza es el abastecimiento para sostener el llamado “dólar ahorro”. Se estima que el Gobierno necesitará alrededor de US$11.000 millones -más de dos superávits comerciales- para financiar divisas que los argentinos demandarán para atesorar o viajar este año.
Así lo advierte un análisis elaborado por Abeceb.com, que estima unos US$6.300 millones para el dólar turismo y otros US$4.700 millones para el dólar ahorro.
El trabajo resaltó que durante 2014 se destinó un total de US$7.814 millones, cifra que representa 40% menos que lo que se prevé para este año. “Aun cuando se apunte a lograr un buen clima para octubre, hay que tener en cuenta que la decisión involucra elevados costos económicos”, advirtió el director de Abeceb.com y ex secretario de Industria, Dante Sica.
El informe insistió en que “el Gobierno dispondrá de alrededor de dos superávits comerciales y medio para subsidiar la compra de dólares”, por lo que Sica consideró: “Esta herramienta, que han elegido las autoridades para impedir que suba la brecha entre el dólar oficial y el paralelo, resulta inequitativa, ya que las importaciones son esenciales para mantener el nivel de oferta agregada y el empleo”.